Capricho del destino
Fecha: 31/05/2024,
Categorías:
Gays
Autor: DiegoBleu, Fuente: TodoRelatos
... de mi lado. Miré por el retrovisor y pude ver su clavícula a través del cuello de su camisa blanca, abotonada solo hasta la mitad, más arriba su largo cuello giraba a la derecha guiándome a su perfecto perfil griego absorto en las fugaces luces que pasaban por la ventana. Esto ya solo dependía se mí.
- Yo creí que era tu novia bro.
- Ah no no, solo somos amigos-. Respondió ligeramente sobresaltado al mismo tiempo que esbozaba una suave sonrisa enmarcada con aquellos finos labios rosas. ¿Puede acaso ser más sexy este cabrón?
- Pues está buena ¿No? -. Dije sonriente a la vez que lo miraba a los ojos a través del retrovisor. Agachó la mirada visiblemente nervioso. -¿O será que a ti te gusta más ésta?-. Insistí mientras me sobaba la verga y señalaba hacia abajo con mis ojos. No dejé de sonreír en ningún momento, la suerte estaba echada.
Pasó un segundo que se hizo eterno. Entonces sonrió con un leve resoplo, se inclinó hacia adelante entre los asientos delanteros con un movimiento casi felino y estiró su mano directo hacia mi entrepierna masajéandola. Le miré a los ojos y esta vez me sostuvo la mirada.
- Bueno, al final sí que habrá buena fiesta.
Lo hice pasar al asiento de copiloto a la primera oportunidad y de inmediato comenzamos a comernos la boca. Me sorprendió lo bien que besaba, jugaba con su lengua y mordía mis labios, a la par que no despegaba su mano de mi verga, comenzó a desabrochar mi pantalón y yo comencé a hurgar en su trasero. Tenía la piel ...
... deliciosa, algo más clara que la mía, y era suave, muy suave. especialmente su culo, por dios… qué culo, redondo y pequeño pero firme.
Tuve que avanzar ante la insistencia de los autos de atrás sin embargo eso no nos detuvo. Como pude bajé mi pantalón hasta las rodillas y tan pronto como la tuve apuntando al cielo mi copiloto se lanzó a devorarla. Sabía lo que hacía, me pajeaba mientras con su lengua se recreaba en el glande para luego hacerla desaparecer entera en su boca. Sentía cómo mi miembro se abría paso por su garganta y como subía y bajaba, de la base a la punta, una y otra vez. Le pedí que chupara mis huevos y luego lo dirigí de nuevo a la carga. Decidí que ya era momento de usar esa boquita como se merecía, lo tomé del pelo y comencé a follarle la boca como un toro, ignoré sus arcadas y cuando al fin sentí que estaba a punto de venirme lo detuve. Un dulce así se debe disfrutar y saborear.
-Pfff qué vergota tienes, está riquísima-. Dijo tomando un poco de aire.
-Toda tuya galán-. Dije mientras con una mano conducía y con la otra le daba golpecitos en la cara. La muy zorra reaccionó sacando la lengua y mirándome a los ojos. El ángel había caído a ser un diablo.
Seguimos avanzando, por más que buscaba no había ninguna zona discreta en la que poder aparcar. Entramos en su fraccionamiento residencial y volvió a agacharse a mamar, aproveché para meter mis dejos dentro de él. Sus gemidos me pusieron a mil, aceleré el movimiento y él aceleró la mamada. Por segunda ...