Capricho del destino - Relatos Eróticos

Capricho del destino

... vez estuve a punto de llenarla la boca con mi semen cuando el sonido de la aplicación nos interrumpió. “Ha llegado a su destino”.

-Estoy a nada de terminar, sigue mamando va.

-Y qué tal si mejor entras a mi casa y me partes el culo como se debe. Mis padres no están en casa, justo por eso hoy tenía la noche libre.

No tuvo que decírmelo dos veces. Entramos a la casa y tan pronto cerramos la puerta comenzamos a besarnos mientras nos deshacíamos de toda la ropa que nos estorbaba. Debo admitir que mi ego se disparó cuando vi su expresión de asombro al constatar mi físico. Mis enormes brazos y mis pectorales bien marcados combinaban perfectamente con su esbelto y estilizado cuerpo, no tenía mucho volumen pero sí un abdomen marcado y unas piernas torneadas, y era también casi tan alto como yo. Sin duda tenía buenos genes.

-¿Cuántos años tienes?

-17, pero no le digas a nadie que me cuelo a antros, ni tampoco que ya me como vergas como ésta-. Dijo mientras me masturbaba lentamente y se mordía el labio inferior.

Lo puse de rodillas sobre un sofá de su sala, con su cara hacia la puerta y el culo en pompa a mi disposición. Me lancé a devorarlo como un animal hambriento, le daba azotes a la par que mi lengua entraba y salía de su anillo rosa. Besé y mordí su culo, subí por su espalda y llegué a ese cuello que me volvía loco. Tenía la punta de la verga en la entrada de su ano cuando sonó su teléfono celular.

-Es Mafer, olvidé avisarle que ya había llegado-. Dijo. ...

... Yo no hice caso y continué besándolo por detrás. Él desbloqueó su pantalla y justo en eso llegó una segunda notificación de WhatsApp que abrió sin querer. “Me quedé con ganas de que me la volvieras a comer” decía un mensaje adjuntado a una dick-pic bastante bien proporcionada. El nombre del contacto era Alexis.

-Vaya con este jovencito, pero sí se anda comiendo al ligue de la amiga jaja algo más que tengas escondido cabrón

-Alguien presta mucha atención a las conversaciones ajenas-. Dijo divertido. -Pero bueno, me vas a follar ya o qué.

Respondí metiendo de lleno mi verga. Sus quejidos iniciales rápidamente se convirtieron en auténticos gemidos de placer. Le estaba follado el culo a tope, tan rápido y tan fuerte que no escuchamos cuando la puerta se abrió.

-¡Pero qué demonios estás haciendo Anuar!

Inmediatamente ambos levantamos la vista. El tiempo se detuvo al verle parado en el umbral. Nuestra complexión y altura eran ahora similar, las canas aún no habían enturbiado el azabache de su cabello y su fuerte mirada verde oliva era un reflejo de la que yo le devolvía.

-¡Papá!-. Gritamos los dos al unísono mientras mi verga aún seguía dentro del culo de mi hermanastro.

Nota del autor: No sé si continuar desarrollando la historia. Inicialmente tenía pensado que fuese un único relato pero al irlo escribiendo se fueron abriendo nuevas posibles tramas. Me gustaría que me ayudaran comentando su opinión. También me gustaría saber su qué opinan respecto a mis ...