Mis pequeñas modelos (parte 1): Camila (8 años), Fiorela (7) y Matilde (6)
Fecha: 03/06/2024,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: jmm15m, Fuente: SexoSinTabues30
... seguramente todos conocen: «Despacito», de Luis Fonsi y Daddy Yankee. Fiorela y Matilde estaba corriendo y riéndose entre ellas, mientras que Camila, al escuchar que empezaba esa melodía…
Camila: – ¡¡¡Uyy, es «Despacito»!!! Me encanta esta canción, está muy de moda. ¡Enrique!
Yo: – ¿Eh? ¿Qué sucede, Cami? – mientras yo justo estaba tratando de desviar mi mirada de Camila, para aliviar mi nerviosismo.
Camila: – ¡Mira cómo bailo «Despacito»!
Valera (a mí): – Ahh, si, jajaja. A Cami le fascina esta canción. Desde hace unos días que la viene bailando casi todos los días…
Yo: – Ahhhh, jaja, ok…
Camila: – Enrique, ¡mírame! No me estás mirando!
Yo: – Si, si, te estoy viendo, Cami…
Ella hace una leve sonrisa bien coqueta y comienza a bailar.
Mientras sigo ordenando un poco el set, observo a Camila bailar. Lo peor de todo (o lo mejor) era la letra de la canción combinada con los movimientos de la niña. Si ustedes conocen la canción, sabrán a qué me refiero. La letra es muy fuerte. Al escuchar la parte en que dice «despacito, quiero desnudarte a besos despacito, firmar las paredes de tu laberinto y hacer de tu cuerpo todo un manuscrito!», Camila se movía muy lentamente, haciendo movimiento circulares con su cadera y su culito! Al mismo tiempo, esparcía las puntas de sus deditos por todo su cuerpo, todo eso mientras la letra hablaba de «firmar las paredes de tu laberinto y hacer de tu cuerpo todo un manuscrito». Ni hablar cuando la letra dice «que le enseñes ...
... a mi boca tus lugares favoritos, dejame sobrepasar tus zonas de peligro, hasta provocar tus gritos…». En esos instantes sentí cómo de manera automática empecé a salivar dentro de mi boca!
Yo: – Mu… M… Muy bien, Cami! Que bien bailas! Ahora discúlpame, debo seguir ordenando esto, sino la señora Olga me va a regañar, me entiendes, jaja
Camila: – Jajajaj, oki, Enrique! Que lindo que te haya gustado! – se me acerca corriendo y me abraza, apoyando su cabeza de costado en mi barriga. Esta vez, al recibir su abrazo, yo también la abracé, colocando una mano en su espalda y la otra en su cabeza. Su piel se sentía tan suave, tan inocente, tan tierna…
Finalmente, las madres vinieron a buscar a las niñas, quienes me saludaron nuevamente con un beso en la mejilla y un abrazo, mientras que Matilde solo me dio un beso en la mejilla, manteniendo un poco su timidez hacia mí. Esta vez noté que el abrazo de Camila fue mucho mas fuerte y cariñoso que los anteriores. Le había caído bien.
Al final de la jornada laboral, pasamos las fotos desde nuestras cámaras hacia una computadora de la agencia, aunque yo por dentro deseaba con toda mi alma seguir teniendo esas fotos, en especial las de Cami. Incluso hasta deseaba llevarme a mi apartamento la ropa que había usado Cami ese día, pero obviamente no podía.
Guardé mi cámara en mi mochila y saludé a mis compañeras.
Olga: – Pues bien, Enrique, ¿cómo te has sentido en tu primer día? – me pregunta sonriéndome.
Yo: – Muy bien, señorita ...