1. La vida en una Hacienda de las de antes


    Fecha: 05/06/2024, Categorías: Incesto Sexo en Grupo Sexo con Maduras Autor: Veronicca, Fuente: SexoSinTabues30

    ... entender muy bien, pero ella enseguida quiso quitarle importancia:
    
    —Venga, a dormir todos y de esto ni una palabra a vuestro padre.
    
    Después de eso empecé a mostrar más atención a las conversaciones de nuestros padres y de los mayores cuando se ponían a hablar entre ellos en el patio y era habitual que escuchara cosas como estas entre las madres:
    
    —El patrón me dijo que quería llevarse a mi hija mayor a la casa, para servir y que tendría que quedarse a dormir allí y todo.
    
    —¿Pero cuantos años tiene ya?
    
    —Pues 14.
    
    —Bueno, ya es una mujer y pueden preñarla, ya sabes que empezarán a follársela en la casa.
    
    —Sí, ya noté que le había echado el ojo y tengo miedo que me la preñen, como a la de Julia, que mira que barriga le hicieron y la señora la echó porque andaba buscando a los hombres, como decía ella. Mira tú como va a buscar esa cría a los hombres, que cuando estaba con la madre, la tenía siempre con ella, apartada de sus hermanos y de su padre para que no se encamaran con ella, porque era la única hija que tenían.
    
    —Claro, como hacemos todas con las crías, y aun así mira las cosas que pasan.
    
    —Bueno, pero ninguna estamos para hablar, que en nuestra casa cada una tiene lo que tiene y lo que se calla.
    
    —Es que ya sabes como son los hombres, cuando las niñas van creciendo, ya se fijan en ellas, les ponen la mano y ellas se dejan hacer también.
    
    —Ellas hacen lo que ven en casa. Al final es la educación que reciben.
    
    Este tipo de conversaciones también ...
    ... solían darse entre los hombres:
    
    —Felicidades, José, ya veo que tienes a la mujer embarazada otra vez.
    
    —Sí, hace poco que parió al último y ya está otra vez.
    
    — Eso es porque aprovecháis bien el tiempo, hombre —le decían, con sorna.
    
    —Bueno, ya sabes tú que ellas no siempre lo aprovechan con nosotros. Que cuando el patrón nos manda una semana al campo, a ver quien se ocupa de ellas.
    
    —Eso sí, que cuando nosotros no estamos, hay algunas que se las arreglan para buscarse compañía.
    
    —No siempre es la culpa de ellas, porque también hay alguno que se aprovecha de esas ausencias, aunque las más guapas con las que reciben las visitas del patrón.
    
    —El patrón, sus hijos o ”el viejo”, —así es como llamaban al padre de “el Marqués”, que tenía fama de pervertido vicioso, al que le gustaban las niñas preadolescentes, de las que le surtían de vez en cuando para su servicio—, al que le van más las niñitas.
    
    —Esto es lo que nos toca aguantar. A mi mujer vinieron a buscarla para que iniciara al hijo más pequeño de la familia, o sea, para que fuera su puta y le hiciera un hombre.
    
    —Claro, como a los demás hijos, que se sirven de nuestras mujeres y luego andan merodeando por aquí mirando a ver quien se les antoja.
    
    —¿Y qué vamos a hacer? Son los señores, trabajamos para ellos y dan de comer a nuestras familias.
    
    —No sé si tendrán derecho a tanto, pero lo que peor llevo es cuando vienen a buscar a alguna de las crías más jovencitas para llevárselas “al viejo”.
    
    —Sí, es un ...
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