La vida en una Hacienda de las de antes
Fecha: 05/06/2024,
Categorías:
Incesto
Sexo en Grupo
Sexo con Maduras
Autor: Veronicca, Fuente: SexoSinTabues30
... se si nuestros hijos son míos o es él el que te preña.
—Ya te dije que solo la pequeña es de él, que pasó aquella vez cuando te envió al monte con las ovejas.
—Y ahora además, las niñas están creciditas y empezará a fijarse en ellas también.
—Como en las demás, pero yo intento que se entretenga conmigo para que no las mire a ellas.
—Que puta eres. Encima me vas a decir que te sacrificas por ellas. Sois todas iguales, mucho disculparse con los maridos pero estáis deseando que os folle el patrón.
—¿Y qué vamos a hacer? Si nos lo pide, tenemos que abrirnos de piernas para él.
—¿Tú sola? No me engañes, ¿Ya ha estado con la mayor también, no?
—Sí. No pude evitarlo porque yo estaba indispuesta.
—Pues ahora no protestes cuando yo me desahogue con ella también, los días que estés así.
Mi madre bajó la mirada y calló, resignada ante algo que tampoco podría evitar, ya que era costumbre que cuando las mujeres no podían satisfacer a los maridos porque estuvieran enfermas, indispuestas o en los periodos de partos, se acostaban con las hijas mayores cuando tenían ganas de sexo, pero a pesar de todo, mi madre no pudo resistirse a decirle después de ese silencio:
—Pero no se lo eches dentro, por favor, que no quiero tenerla ya preñada tan jovencita.
—No, yo tampoco quiero tenerla así, para que no se la lleven “al viejo” y sea su juguete, que ya sabes que le vuelven loco las jovencitas embarazadas.
Había pasado un tiempo y parecía que “el Marqués”, se ...
... había empezado ya a cansar de mi hermana, lo que preocupaba a mi madre, porque sabía que enseguida le pediría a mí y la daba pena entregarme tan pronto, pero yo tampoco había perdido el tiempo, porque cada vez me gustaba más que mi hermano se me pusiera encima, y se frotara conmigo y en una de esas veces me la había metido toda y me había desvirgado, sin que estuviera mi madre enterada de ello, claro, así que el día que el patrón quiso estar conmigo, lo notó y se enfadó bastante con mi madre:
—¿Pero cómo puede ser? Si no eres virgen ya. ¿Cómo sois tan putas en esta casa?
Mi mare me miró sorprendida, y me preguntó quién había sido, pero ante mi silencio, ella lo supuso:
—No me digas que fue tu hermano. Es que no puedo con vosotros. Lo siento, señor, yo no sabía nada —le dijo al patrón, apesadumbrada.
—Es igual, es normal viendo lo que ven todos los días aquí. A ver chiquilla, como has aprendido a mover el culito. Ya me había fijado en lo espabilada que eras.
El patrón me puso encima de él y me folló como había hecho con mi hermana, pero creo que le gustó bastante más:
—¡Uuufff!, que estrechito lo tienes. Se nota que todavía no te lo han usado mucho. Que vea tu madre lo bien que follas. No puedo aguantarme más contigo, te lo voy a echar todo.
Mi madre, viendo la escena, musitó en voz baja:
—Menos mal que no tiene la menstruación todavía.
El patrón se había corrido dos veces conmigo y no me quería dejar:
—Preciosa, yo te quiero tener cerca de mí. Te voy ...