La vida en una Hacienda de las de antes
Fecha: 05/06/2024,
Categorías:
Incesto
Sexo en Grupo
Sexo con Maduras
Autor: Veronicca, Fuente: SexoSinTabues30
... a llevar a la casa, para que ayudes en la cocina, así que os venís tú y tu hermano conmigo, como habíamos hablado. Así dejamos sitio libre para que tu padre le haga más hijos a tu madre, jaja.
Mi madre no quiso decirle nada sobre que yo podría ser su hija, por miedo a que me rechazara, así que de esta forma fue como mi vida cambió. Pasé a vivir en la casa con los señores, donde había más comodidades y aunque compartía habitación con las demás sirvientas, era todo más bonito y confortable, aunque echaba de menos a mi madre y mis hermanos.
El que se puso contento de verme allí fue “el viejo”, que alguna noche me llevaba a su habitación para que durmiera con él, otras noches me buscaba el patrón o alguno de sus hijos, de forma que me repartía entre ellos, pero cuando empecé a tener la menstruación, enseguida me quedé embarazada de mi primera hija, sin que en realidad yo supiera quien había sido el padre, pero hasta el último mes del parto, siguieron llevándome a sus habitaciones, sobre todo “el viejo”, para el que me había convertido en su debilidad.
Enseguida tuve a mi segunda hija en parecidas circunstancias y a los 20 años, ya había parido tres hijos, aunque el último se murió al poco de nacer, lo que era normal en aquellos tiempos.
Mi madre se sentía muy orgullosa de mí, porque me había convertido en “una de la casa”, como llamaban ellos a los que conseguían que los llevaran allí, que era como de un status superior a los que vivían en el poblado.
Mi hermano, ...
... una vez que dejó de ser el capricho de la Señora, quizás también por su edad, que ya no la apetecía tanto, le enviaron a los establos, a cuidar del ganado.
Cuando tuve 23 años pude casarme con otro empleado de la casa, al que no le importó que yo tuviera ya hijos, ya que con él tuve otros 4 más y mi vida siguió transcurriendo como la de las otras mujeres “de la casa.”
Mis hijas siguieron llevando el mismo proceso que yo había vivido, ahora con los hijos de “el Marqués”, pero de forma más sutil, ya que ahora no se atrevían a pedirme a la niñas directamente, como hacían con mi madre, si no que aprovechaban cuando las nenas estaban solas para meterlas mano y si veían que alguna se dejaba más y abría las piernas, la metían en la habitación con ellos un rato, pero no las tenían en la cama toda la noche, como hacían antes, supongo que porque sus esposas ya no consentían tanto esas cosas ni se hacían las tontas aunque lo supieran.
Mi marido tampoco lo aceptaba como se hacía antes, como había hecho mi padre y se llenaba de rabia cuando se enteraba de que algunos de los señores habían estado con alguna de nuestras hijas, pero tampoco se atrevía a decirles nada, y lo que hacía era enfadarse conmigo, como si yo pudiera hacer algo para evitarlo, y hasta me echaba en cara mi pasado, pero luego se arrepentía y me pedía perdón.
La verdad era que él tampoco estaba en condiciones de reprocharme nada, porque él también había tenido sexo, con mi consentimiento, con mis dos hijas, de ...