El sueño de Martha 3
Fecha: 07/06/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: ElFantasmaRojo, Fuente: TodoRelatos
... día era la voz de su madre que las llamaba para cenar. Esa fue la última vez que lo hicieron y nunca más hablaron de eso otra vez.
Por eso estaba segura de que todo aquello habia empezado gracias a ella, o por lo menos lo había propiciado. <> pensaba cuando los veía a escondidas; quería ser parte de su aventura pero no sabía cómo dar el paso.
La oportunidad llegó sin buscarla, un par de días después.
Constanza regresaba a trabajar y se quedaría sola con Benjamín todo el día de ahora en adelante. Los vio despedirse desde la cocina y, despues de cerciorarse de que no habia nadie, se dieron un corto beso en los labios. Benjamín regresó a la cocina y se sirvió café.
—Y… ¿te gustó lo que viste? —Le preguntó sirviendo crema en su taza. Martha se quedó helada y trató de fingir sorpresa.
—¿De qué hablas?
—Eras tú en la ventana, la otra noche... y las demás. ¿Te gusta ver, tía? —Martha se quedó callada fingiendo no entender, pero estaba más pálida que una hoja blanca. —No es malo tener fetiches ¿sabes? Justo así empezó todo, viéndola por esa misma ventana cuando tenía sexo con mi papá. —Benjamín dio un sorbo a su café y la miró fijamente. Martha No sabía que decir, pero ya se habia delatado con su reacción.
—Lo que hacen está mal, Benjamín. Es antinatural… —Contestó enérgicamente con la voz temblorosa. Benjamín guardó silencio y bajó la mirada al suelo. —¿Qué va a pensar tu padre si se entera o si Constanza se embaraza?
—Mi papá está saliendo con alguien… ...
... desde hace mucho. Los vi salir de un restaurante y los seguí hasta un hotel —Martha se sorprendió ante su confesión aunque era algo que ya sospechaba. —Tía, nada de esto debe salir de nosotros. Lo hice porque estaba sola, despechada y tenía necesidades. No la obligué, ni mucho menos. Ella aceptó desde el principio.
—No puedo Benjamín, no sé qué decirte. Quiero irme ahora mismo de aquí, pero…
—…Pero no quieres hacerlo. —le dijo acercándose a ella — Quieres quedarte a ver y quieres ser parte de esto también. De otra forma no nos espiarías cada noche —Le dijo acercando su cara a la de ella. Martha no se quitó y miró fijamente a los ojos a Benjamín. —No, tía. Pecado es dejar que esa mujer pase sus últimos años fértiles dándose dedo, mientras mi padre finge ser un santo… Dime ¿te gustaría probar? —Martha sintió como se humedecía sin dejar de temblar. Su rostro seguía a un palmo del de su sobrino pero continuaba inmóvil.
—¿Qué me vas a dar para que me calle? —Preguntó envalentonada. Benjamín la tomó de la nuca y la beso con mucha fuerza. Martha le correspondió de inmediato y su lengua pronto alcanzó la suya. Aquel beso se sentía como un triunfo y hasta ese momento era lo más excitante que le había pasado en su vida, después de aquella tarde con su hermana.
Martha comenzó a respirar más rápido y casi de un salto se sentó sobre él en la silla. Su agilidad lo tomó por sorpresa al igual que su iniciativa, y sin separar los labios de los suyos, se desabotonó el ligero vestido ...