Ni un rastro de vergüenza
Fecha: 10/06/2024,
Categorías:
Voyerismo
Autor: Ariel4001, Fuente: CuentoRelatos
La ironía de la vida quiso que al mismo tiempo que se elevaban las banderas del feminismo con el fanatismo propio de todo lo que efervesce, se pupularizara entre las mujeres un libro, que luego sería película, cuyo argumento principal fuera la dominación. De alguna forma este choque de frentes de vientos fríos y calientes, provocaría en la cabeza de Vanessa lo que ella experimentaría luego como su propio ciclón sexual.
Su despertar sexual fue en realidad lento, mas tarde culparía a su novio de pervertir lo que ella llamaba "su cerebro de frutillas", pero lo cierto es que desde adolescente cada día al desvestirse no podía evitar quedarse un buen rato frente al espejo admirando el contraste entre su delgada cintura y sus prominentes pechos. No tardó en descubrir que no era la única que quedaba como hipnotizada con su este contraste y le empezó a divertir la reacción que su cuerpo provocaba en los hombres de todas las edades.
Criada en una familia de clase media, educada y conservadora, llevó su vestimenta al máximo que esa realidad le permitía y su guardarropa se convirtió en un sin fin de tops escotados, que dejaban ver su ombligo por debajo y por arriba un tatuaje de una pequeña iguana clavado en un pecho, imposible de ignorar, que sonrojaba a todos menos a ella.
Su entorno hizo que sus primeros novios fueran devotos de la iglesia para quienes el sexo prematrimonial estaba prohibido. A medida que pasaba el tiempo de pareja, esta prohibición se iba haciendo mas ...
... laxa en la moral de estos muchachos que simplemente no podían evitar probar un poco de la manzana a punto caramelo que tenían enfrente.
La penetración era el límite imposible de cruzar, todo lo demás, terreno por explorar. Quizás por este motivo, el ímpetu que se hubiera resuelto con unos minutos de coito, se distribuía en horas de manoseo, cada vez mas caliente.
Su semana se dividía en dos partes, de lunes a viernes se encerraba a estudiar para la facultad y el fin de semana la pasaba en casa de los padres de su novio, donde cada vez se llegaba un poco mas lejos.
Ambos descubrieron que podían alcanzar un estado similar a la embriaguez, donde poco importaban las consecuencias. Pronto fue habitual para ella encontrarse semidesnuda sentada sobre una erección con sus pechos al aire enfrentados a la boca de su novio que no paraba de besarlos y de besarla a ella por horas. Del otro lado de la puerta de la habitación, sostenida solo por un parlante que la flanqueaba, el resto de la familia continuaba su vida yendo y viniendo en sus quehaceres, solo llamándolos para ir a comer.
Era tal la calentura, que en los viajes en coche para devolverla a su casa, el manoseo seguía hasta el estacionamiento mismo de los edificios donde ella vivía. Su novio no podía creer con que naturalidad ella se subía la remera y dejaba sus pechos al aire cubiertos solo por una camperita de jean entreabierta que nadie hacia nada por poner en su lugar.
Ella nunca pedía nada, nunca avanzaba, pero ...