Ni un rastro de vergüenza
Fecha: 10/06/2024,
Categorías:
Voyerismo
Autor: Ariel4001, Fuente: CuentoRelatos
... el espejo ni por un segundo hasta terminar de acabar con la mayor intensidad con la que jamás lo había logrado. Luego de eso limpió todo bien y se fue a sentar a la mesa con el resto de la familia de su novio que la estaba esperando para comer.
El siguiente paso se dio sin que ninguno de los dos lo buscara. Los viajes en coche, sobre todos los nocturnos eran de un intenso toqueteo. Pronto la ropa comenzaba a incomodar por lo que él se abría la bragueta para dejar su miembro más expuesto a las caricias y ella se dejaba levantar la remara por encima de su busto para que él hiciera lo propio. Esta forma de viajar fue siendo cada vez mas habitual sin intentar ninguna provocación adicional más que la de darse placer. Una noche detienen el coche el semáforo y su novio aprovecha el impás para inclinarse sobre ella y chupar sus pechos.
En ese momento se detiene a su lado un colectivo apenas separado unos metros. Una de las personas que viajaba en el colectivo se encontraba mirando en dirección al coche y observa la situación. Una oleada de adrenalina y temor invadió el cuerpo del novio de Vanessa, pero un impulso aun mayor hizo que continuara con la tarea de darle placer, con la mirada puesta en los distintos pasajeros que uno a uno descubrían atónitos la escena pornográfica que se estaba desarrollando en vivo y en directo a su lado. Vanessa, con sus tetas duras, paradas y brillosas por la baba de su novio se da cuenta de esta situación cuando ya no había nadie en el colectivo ...
... que no tuviera clavada su mirada sobre ellas.
La situación continuó todo lo que duró la luz en rojo. Luego de eso, el coche retomo su avance dejando atrás al colectivo, y sus pasajeros con una nueva anécdota para contar. Este episodio fue como una droga, como heroína, se sentían hinchados de calentura, envalentonados, electrizados. Fueron a tomar un helado y no podían dejar de hablar de eso y de sonreír. Ninguno de los dos lo dijo esa noche, pero sabían que no iban a dejar que esa fuera la última vez.
Al tiempo Vanessa se recibió en la facu y se fue a vivir con una amiga a un departamento en medio de la cuidad. Era un dos ambientes con patio por estar ubicado en planta baja. Los fines de semana su compañera de cuarto se iba a visitar a su familia por lo que Vanessa invitaba a su novio a quedarse. Estaban en el sillón, cada vez mas desnudos, cada vez mas calientes, el episodio del colectivo aun en sus cabezas.
Ella, como siempre, no iba a proponer nada. Por suerte. su novio se anima después de mucho dudar y le dice: ¿me acompañas al patio? Ella contesta: ¿al patio? El asiente con la cabeza y la agarra de la mano, sale primero apenas con un calzoncillo y remera, ella en bombacha y remera corta. Frente al patio varios edificios con decenas de ventanas con sus luces encendidas, con potenciales espectadores. Se empiezan a besar, el la da vuelta y la enfrenta a las ventanas, le levanta la remera para que se puedan ver sus tetas. Ella cree que él se la quiere sacar por lo ...