Una Buena Ocasión 10
Fecha: 19/06/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: Trastornado, Fuente: TodoRelatos
Una buena ocasión 10
(La directora se somete, y Sumía teme mis planes, en su casa y con su deseada madre)
Sumía estaba preciosa al sol, con su ropa gótica y su sonrisa de bien folláda. Con un pie sobre mi pierna charlábamos, y decidimos faltar a clases el día siguiente, para ir a ver a mi cuerpo real. Reíamos de lo loco que era todo, y me dijo:
-Pero que no te vea, a Damián le da algo ¡jajaja!
-No, ya lo he pensado, además quiero ir a casa a por pasta, asi te podré comprar más trapitos de estos que tanto me ponen.- le dije sacándole una sonrisa y mandándome un beso al aire.
-También me podrás enseñar tu cama, tu ducha, ya sabes.- me dijo frotando mi polla con su pie.
-Si, si, ya lo había pensado.- le dije apartándole el pie con ella riendo.
Le recordé la cita en casa con la directora, y la deje en su casa con sus garras sin dejarme ir, p pidiéndome que subiera con ella “a darme una cosa”. La cabrona casi me convence con sus artimañas, que sabía que me ponían a mil. Pero logre escapar, con ella mirándome con cara de pena.
Llegué a casa y me di una ducha rápida, quedando en pantalón corto sin nada debajo, y una camiseta que ya me quedaba algo ceñida, pero no demasiado. Prepare café, calenté agua por si quería té, y espere su llegada recordando la escena con las chicas y Fermín.
-¡Hola Sandra! Que guapa con el pelo suelto.- le dije al abrir la puerta y verla un poco cambiada por ir sin moño ni coleta, pero con su ropa hortera igual.
Entró, y ...
... enseguida se dio cuenta de lo que se temia. Se paro en la entrada, y me pregunto:
-¿Y tus padres? Tampoco puedo estar a solas contigo aquí.- me dijo notando su coñito protestarle.
-Has llegado pronto, estarán al caer, no te preocupes. ¿dos besos no?.- le dije cogiéndole de la cintura mientras cerraba la puerta, y su coñito se le abría mojándose.
Sandra me correspondió, notando mis besos muy cerca de la boca y mi mano en su cintura apretársela suavemente, algo descarada.
-¡Ay! Si perdona.- me dijo después de los besos excusándose, y con algo de coloretes.
-Pasa y siéntate ¿café o té?.- le dije bajando mi mano de su cintura al principio de su culo mientras le acompañaba al salón.
-Café con un chorrito de leche, gracias.- me dijo sin saber dónde sentarse, sabiendo claramente donde se estaba metiendo.
Pero no podía irse, no podía huir sin parecer una loca. Igual vienen y estoy paranoica, pensaba sentada en el sofá de una plaza, de los que había a cada lado del grande de cuatro plazas.
Pero me vio llegar con los cafés, se fijó claramente en mi polla danzar libre bajo el pantalón al acercarme sonriéndole. No recordaba la última polla que había visto, y la mía le pareció muy grande, y estaba en reposo, pensó, quitándoselo de la cabeza enseguida.
Y al sentarme en el sofá grande, vio claramente que llegaba a ella sin problemas.
-Cuéntame ¿estas casada, en pareja? No sé, explícame algo de ti. Tú lo sabes todo de mi.- le dije dejándola desconcertada.
-¡Jajaja! ...