Una Buena Ocasión 10
Fecha: 19/06/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: Trastornado, Fuente: TodoRelatos
... orgulloso de mi obra, con ella mirándoselos, y abriendo los ojos de cómo se los había dejado.
Le doble los brazos y se los aprese contra el respaldo del sofá con las piernas. Intento escapar un instante, pero vio alzarse mi mano y se lo pensó mejor. Ahora le bajaba con las manos por su cuello, y ella se miraba los pechos brillantes y rojos. Vio como los esquivaba y llegaba a su falda.
-Damián, no, por favor.- me dijo con tono temeroso.
Subí a sus pechos y le apresé los pezones, estirándolos y retorciéndolos suavemente, mientras le decía:
-Vas bien, muy bien, déjame trabajar.- y se volvió a morder el labio con un gesto de dolor y miedo, pero sus pequeños pezones me dijeron lo contrario, y ella cerro las piernas con fuerza. Algo pasaba en su coñito, que no podía reprimir.
Ahora estaban más alargados, los froté con los dedos con suavidad, amasándole otra vez los pechitos, y seguí mi paseo con mis manos por su pequeño cuerpo. Su barriga, sus costados, bajando a la falda otra vez.
Sandra no podía más, tenía el coñito palpitándole y empapado al ritmo de sus pechos. Temia cuando llegara a él y lo viera tan agradecido de lo que le estaba haciendo. No lo podía creer, el joven descarado se estaba aprovechando de ella, pero de una forma que le estaba poniendo a mil, a cada nuevo “gesto” hacia su cuerpo. Cada vez le costaba más mantenerse firme, y no soltar gemidos y respirar más desahogada.
Llegue a la cremallera de la falda, a un costado, y al intentar impedir que ...
... se la quitara, me ayudo y bajo la cremallera de golpe, con mi dedo gordo colándose en el hueco y mi otra mano ayudando para bajarle la falda junto a sus bragas de cuello alto. En un momento quedo levantada del culo y le aprete con las piernas en los brazos para que no resbalara al suelo, intentándose escapar sin muchas ganas.
Casi se escapa, pero mi mano atrapó la buena mata de pelo con bastantes canas de su chochito, y tirando de ellos, soltó un gritito y se volvió a sentar bien en el sofá, guiada por mi mano de ese horrendo felpudo viejo.
-¡Quieta, joder! Madre mía, ¿te has traído al gato? ¡jajaja! menuda pelambrera, joder.- le dije viendo como dejaba de mirar mi mano cogida a sus pelos, y giraba la cabeza avergonzada.
-¡Mmmmh! ¡Aaaaaah! ¡Aaaaaah! ¡Basta! ¡Basta! ¡Aaaaaah! ¡Ooooojj! .- me dijo después de soltar unos fuertes gemidos, corriéndose sin remedio, en cuanto noto mis dedos explorar entre sus labios.
-Goza, suéltalo. Asi, asi, muévete tú, y descarga agusto.- le decía lamiéndole el cuello con su cabeza de lado, arañándole el torso, y ella gozando del orgasmo que ya sabía que estaba a punto de venirle, antes de bajarle la falda.
Se movía lentamente con la pelvis arriba y abajo, notando mis dedos en su botoncito, sus labios y su entrada. Gemía en voz baja y el orgasmo fue largo.
Ya no estaba atrapada por mis piernas, bajaba por su cuello a sus pechos con mi lengua, Apoyándome en el reposabrazos con el otro brazo, y se delato al notar que llegaba a uno ...