Una Buena Ocasión 10
Fecha: 19/06/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: Trastornado, Fuente: TodoRelatos
... nada, nada, soltera y muy agusto.- me dijo riendo por la sorpresa de mi pregunta, con sus piernas cruzadas con una falda de tubo gris, bastante hortera, pero era su uniforme.
-El pelo asi me encanta, pero has venido con el uniforme. Pensaba que serias buena, y vendrías de calle.- le dije tirando de su falda, y fijándome en lo feas que son las medias color carne.
-Esto es trabajo, no puedo venir de calle, lo siento.- me dijo poniendo bien su falda con una sonrisa nerviosa y tímida.
-No entiendo a quien se le ocurrió la idea de esas medias. Igual son para taparse, las que no se depilan ¡jajaja!- reímos los dos, con ella mirándoselas.
-¡Jajaja! puede ser.- me decía sintiendo que iba a por ella, cada vez más cerca sentado en el borde del sofá con mi café en la otra mano.
Se hizo un silencio, y ella empezaba a temblar viendo como la miraba. Quería sacar un tema de conversación, pero su cabeza no pensaba en otra cosa que no fuera, el saber que le haría.
-Creo que la ropa de Berta te valdría, te quedará holgada, pero te hará el apaño.- le dije rompiendo el silencio.
-¡Jajaja! ese si sería un cambio de look.- me dijo pensando en que yo seguía hablando de su forma de vestir.
Acabe mi café, me levante y me fui mirandola a los ojos tras su sofá. Me siguio con los ojos, cambiando de sonreír, a una cara de sorpresa. Y vio como le quitaba las gafitas redondas, le subia los brazos, se los apresaba con una mano, y le empezaba a romper los botones de la blusa ...
... lentamente, pero con firmeza. Enseguida vi sus pechitos saltar cada vez que se rompía uno, y le dije:
-Pensaba que no vendrías, veras que merienda te voy a dar.
-¡¿Qué haces Damián?! ¡Suéltame ahora mismo!.- me dijo intentando liberarse.
-¡Plash! ¡Plash! ¡Plash! ¡Plash!.- sonaron dos azotes en cada pequeño pecho, que les hizo saltar sobre el sujetador, quedando a mi vista. Ella dejo de hablar de golpe, pero aún se intentaba escapar de mi mano.
Me escupí en la palma de la mano y la llevé a uno de sus pechitos rojos como tomates. Soltó un pequeño gemido de sorpresa, se lo amasaba y le repartía la saliva mientras le frotaba el pezoncito que ya estaba como un tempano.
-Damián, te estas metiendo en un lio, suéltame ahora y no diré nada. - me dijo respirando agitada, dejando de forcejear y moviéndose para evitar lo que sentía en sus pechos.
-¡Plash! ¡Plash! mejor sigo, y yo no diré nada.- le dije dándole dos bofetadas más a sus pechos, y viendo cómo se mordía los labios del dolor.
Volví a escupirme en la palma y a mojarle el otro, jugando con el pezoncito y admirando lo que había creado. Ahora brillaban rojos, y los pezones habían quedado apuntando más hacia arriba. Ella resoplaba con los labios mordidos, porque no podía hablar, si abría la boca soltaría un largo gemido, del goce que sentía en sus pechitos recién resucitados. Y también recibiría otros dos azotes.
-Que preciosidad, ya sabía yo que eran preciosos. Pero mira ahora, están geniales, ¡y vivos!. - le dije ...