Soy el amante de la madre de mi amigo. (Parte 2)
Fecha: 23/06/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Cintia, Fuente: TodoRelatos
... para qué?”Su tomo no fue muy agradable.
“Estar contigo, tocarte, besarte, amarte si es posible”Con mejor modo, me dice:
“Discúlpame si te trate, algo brusca, pero estoy bastante nerviosa”
“Está bien, Jacky, te entiendo”
La conversación, no se derivó enseguida sobre lo sucedido aquel fin de semana, hasta que le dije que estaba enamorada y solo pensaba el ella, donde su expresión parecía decir,“Como resuelvo esto”
Seguí hablando, diciéndole un montón de cosas, notando que se le humedecían sus ojos, cuando me dice:
“Matías, eres adorable, pero después de recapacitar, comprendí que la que iba a llegar a salir, más perjudicada, era yo, sumado a un posible gran escándalo, con mis hijos, ante la sociedad y por supuesto en mi trabajo. Posiblemente fue un tremendo error, pero ya sucedió, solo habrá que recordarlo, como un bello momento”
Entendía, pero no estaba dispuesto a darle un corte definitivo, cuando estiro la mano para tomar la suya y la retira inmediatamente, levantándose como para dar por finalizada la charla, haciendo lo mismo, pero, acercándome a ella, para abrazarla, que intenta zafar, volviéndola a apresar, levantando su pollera.
A pesar de tratar de impedirlo, desplace sus bragas, quedando su sexo liberado, poco a poco me fui adueñando de su cuerpo, introduciendo mis dedos en su matriz, gimiendo y balbuceando palabras sin demasiado sentido, que, pretendía de alguna manera detenerme, sin darle demasiado respiro fui desprendiendo su blusa, ...
... levantando su sostén, liberando sus apresadas tetas.
Sin dejar de besarla y tocarla, fui quitando su blusa, desabrochando su corpiño, besando y mordisqueando sus erguidos pezones, bajando su cremallera, cayendo su falda sobre sus tobillos, levantando sus pies, para quitarla, conjuntamente con sus zapatos, cediendo ante mi tenaz impulso. Donde sus palabras eran “Por favor no, detente”, a pesar, que no hacía demasiado esfuerzo en pararme.
Desparrame unas carpetas y papeles que estaban sobre su amplio escritorio, haciendo un espacio para sentarla, quitándole sus bragas, manchadas por la humedad, que comenzado a emanar.
Su cuerpo quedo acostado sobre la superficie de esa mesa, colgando sus piernas, mientras la despojaba de su íntima prenda, percibiendo el brillo de sus labios vaginales, producto de su excitación. La acaricia suavemente, percibiendo su nerviosismo, hasta que separe sus piernas, lamiendo con total asiduidad, su alterado sexo, oprimiendo el sector de su ingle, sin dejar de chupar su estimulado coño.
Eso la llevo a tomarse fuertemente del borde del escritorio, arqueándose de una manera esquizofrénica, impulsada por mi acoso sexual. Sentí la necesidad de castigarla, abofeteando levemente sus pechos, gesticulando como un sonido de placer, volví a repetirlo con más intensidad. Donde sus gemidos parecían incrementarse, notando como sus tetas se enrojecían, y sus pezones se rigidizaban.
La mire algo estupefacto, deseando estimularla, aumentando mis cachetadas, ...