Soy el amante de la madre de mi amigo. (Parte 2) - Relatos Eróticos

Soy el amante de la madre de mi amigo. (Parte 2)

... sintiendo una especie de motivación, no solo me atraía hacerlo, sino que a Jacky, parecía alterarla, no sé qué me sucedía, pero me encantaba castigar esas tetas, que ya estaban poniéndose rojas.

De pronto me detuve, abrazándola y besando sus senos, lamiéndolos como tratando de aplacar ese posible dolor, fusionado con la fogosidad que nos embargaba.

Me baje los pantalones, penetrándola con mi rígida verga, abrazándome, al percibir mis roces en su útero, prácticamente tuvimos en escasos minutos un fuerte orgasmo.

Después de un rato, recapacite por lo que había hecho, diciéndole:

“Perdóname, no sé qué me paso, creo que estuve mal”

“No tengo que reprocharte nada, te entiendo, en parte he sido la culpable, no tendría que haber sucedido lo de aquella noche, además te confieso que no he podido de dejar de pensar en ti, pendejo calentón”Riéndose

“Intenté quitarte demi mente, pero hoy apenas te vi, se me aflojaron las piernas”

Estuvimos un buen rato hablando, hasta que nos volcamos en un amplio sofá, volviendo a tener sexo.

Antes de irnos, me dice:

“Ahora saldremos separados, nos seguiremos viendo, pero yo determino, cuando y donde, no quiero problemas, tenemos que tener mucho cuidado, si aceptas, haremos así. No me llames, ni me busques y menos, que vengas acá, ¿De acuerdo?”

“De acuerdo”Respondí.

Nos despedimos, me fui, para después de un rato partió Jacky, regresé a mi casa a la espera de su pronto llamado de ella. Ya se habían iniciado las ...

... clases, era mi último año, nuevamente a las actividades escolares, a Sergio lo veía poco, continuaba con su noviazgo, pero no había día que no dejase de pensar en su madre.

Habían transcurrido como 10 días, cuando me llama por teléfono para decirme de encontrarnos en un café del centro, el corazón comenzó a acelerarse al oír su voz. A las 5 de la tarde estaba ahí, llego puntual, apenas me dio un beso en la mejilla, nos sentamos, diciéndome;

“Tengo los minutos contados, el fin de semana próximo, alquilare una cabaña, en un lugar frente al mar, aprovecho que Sergio se va con la novia a otro lugar y mi hija no viene. Espero que puedas, no te preocupes por el dinero. Te dejo, y me contestas en cuando puedas”

Después de tomar su café, se fue, me quedé pasmado, recordé que venía la hermana de mi madre, con los chicos, vería como solucionarlo.

Apenas llegue a casa, comente, que un amigo me invitaba el fin de semana a pasar unos días con él, automáticamente salto mi madre:

“Pero justo viene tu tía con los chicos, que te adoran” Por suerte mi padre salió en mi defensa, diciendo:

“Que vaya, y tus sobrinos que se entretengan con otra cosa”Mi madre lo miro con cara seria, pero no dijo más nada. No solo me ayudo con eso, sino que me dio bastante dinero, para pasarla bien. Días después me llamo Jacky, le dio el OK, contándole que había pasado.

La cuestión, que el viernes después de mediodía, partimos al “paraíso”, realmente estaba más que eufórico, todo estaba saliendo ...