Tortilla de cuatro huevos II: ¡Rómpelos! - Relatos Eróticos

Tortilla de cuatro huevos II: ¡Rómpelos!

... saldrá si lo hago. –

-Bien chicos hagamos un trato, podéis salvar vuestros testículos, pero tendréis que ser nuestros esclavos durante todo el fin de semana. - Sugirió la mujer a los aterrados machirulos.

-¡Haré lo que me pidas solo aleja esa cosa!- Dijo Marcos lleno de esperanzas de preservar su hombría.

-¡Yo también haré lo que me digan desátenme!- Imploró Eduardo.

-No tan rápido, primero dadme la contraseña de vuestros teléfonos móviles. Venga no os hagáis de rogar u os arrancare las pelotas yo misma.- Amenazó Sara a los chicos.

Luego de desbloquear ambos móviles le entregó el de Marcos a Andrea y ella se quedó con el de Eduardo, acto seguido empezó a tomar fotos de ambos en aquella vergonzosa situación, tanto sus rostros como sus hinchados y adoloridos huevos salieron muy bien en las fotos que Sarah también envió a su celular.

-Si se os ocurre desobedecernos en la más mínima orden que os demos, postearé estas fotos en todas vuestras redes, empezando por el grupo de clase de vuestro instituto y así todos vuestros compañeros y profesores verán lo diminutas y ridículas que son vuestras pollitas de bebe. – Explicaba Sarah a los adolescentes.

-A las chicas del instituto seguro les hará mucha gracia ver esas miniaturas y sobre todo ahora que no tienen ni un solo pelo y sus huevos están como sandias jajajaja .- Se burló Andrea.

-No, no publiques nada, seremos vuestros esclavos cuanto queráis, pero no publiques esas fotos. - Gimió Marcos.

Las chicas ...

... desataron a Marcos y Eduardo que apenas podían mantener en pie pues sus piernas huevos dolían como el demonio los chicos deseaban hacía rato agarrar sus morados testículos llenos de golpes.

Pasaron un rato tendidos sobre el suelo de la cocina en posición fetal sobando sus pelotas.

-Venga levantad. Tenéis mucho por hacer chicos. - Dijo Sarah con autoridad

-Más os vale obedecer o volveréis a la encimera, par de vagos. - Secundó Andrea a Sarah.

Los chicos se levantaron frente a las dos féminas, sus huevos ardían de tantos golpes y castigos y el dolor en sus estómagos lea hacia a penas poder respirar. A pesar de su fuerza física no estaban en condiciones de atacar a las chicas aun si quisieran, y estando completamente desnudos sus huevos serian un blanco fácil.

-Bien, hemos desconectado todos los teléfonos y ordenadores de la casa y los hemos guardado, no queremos que molestéis a vuestros padres mientras trabajan. - Habló Sarah.

-Si llama alguno, Andrea le dirá que todo anda en orden. –

Eduardo y Marcos entendieron que ahora eran rehenes de las dos mujeres y luego de haber sentido el miedo real de ser castrados por ellas tenían muy pocas ganas de desobedecerlas.

-Bueno ahora Sarah y yo somos las amas y ustedes los sirvientes así que tomad estos uniformes, no podemos dejar que la gente diga que en esta casa los criados andan por ahí desnudos. – Decía Andrea con sarcasmo.

-Os he traído un par de los horrendos atuendos que me habéis obligado a usar desde que ...