Memorias de un Fucker. 24h Fuck service
Fecha: 28/06/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Eric Salazar, Fuente: TodoRelatos
... detrás de su casa, aparqué el coche y sacando una caja de vino con tres botellas del maletero y me fui hacia su puerta. Ella ya sabía que estaba a punto de llegar y cuando toqué el timbre abrió al instante.
- Hola, buenos días que le traía este paquete. — Dije yo sonriendo de oreja a oreja
- Pasa, pasa. — Me dijo con una sonrisa de medio lado en su cara.
Al entrar, cerró la puerta tras de sí. Dejé la caja en la encimera de la cocina y me di la vuelta.
Me abrazó y empezó a besarme. Estuvimos así un rato, apoyados en la encimera. Allí iba a ser el primer sitio donde íbamos a follar. Me ofreció agua o algo de beber, era por la mañana y luego tenía que trabajar, así que hoy no tomaríamos vino. Se apoyó en la encimera mirándome a los ojos, me dijo acariciándome la polla por encima del pantalón.
- Quiero que el primer sitio de mi casa donde me folles sea aquí, en la cocina.
- Usted manda señora. — Respondí yo, muy obediente.
Acto seguido comencé a besarla y a desnudarla. Ella mientras tanto también comenzó con su labor de desnudarme y en menos de un minuto estábamos los dos sin ropa.
Tocando sus pechos, y acariciando todo su cuerpo, llegué hasta su coño. Estaba muy mojada y no iba a tardar ni un segundo más en penetrarla, las ganas eran demasiadas como para andar perdiendo el tiempo.
Ella, por su parte, cogiéndome por la cintura, también había bajado una mano para comprobar mi erección, que para ese momento ya era máxima. Estando los dos preparados, la ...
... subí a la encimera, abrí sus piernas y las sujeté. Coloqué mi polla en la entrada de su coño y empecé a empujar ella abriendo mucho los ojos y se agarró a mi cuello. Sentí cómo sus paredes vaginales se iban abriendo al paso de mi verga, era una sensación que cada vez que sucedía, nos hacía temblar.
Cada vez tenemos más ganas de que llegue ese momento. Cuando la tuvo dentro nos miramos en señal de aprobación. Y un:
- ahhhhhhhh. — salió de su boca.
Al final alguien se la estaba follando en su propia casa. Y ese alguien no era precisamente su marido, era yo. Su fucker.
Comencé a moverme, y no tardaría en llegar su primer orgasmo. Cuando está muy ansiosa, el primer orgasmo es casi instantáneo.
La encimera es muy alta y como en muchas otras ocasiones yo estaba de puntillas, con gemelos en máxima tensión una vez más. Era lo habitual en nuestros últimos encuentros. Pero no me importa, al contrario.
En esa postura estuvimos un buen rato. La hice bajar de la encimera y la coloqué al contrario, con las manos apoyadas y su tremendo culazo apuntándome, y así comencé a follarla desde atrás. Al rato decidimos por comodidad pasarnos al salón, donde continuaríamos en el sofá. Tenía un chaisselong de color azul. Su comedor es amplio y tiene unas ventanas grandes.
Antes de nada, corrió las cortinas, aunque nadie podía vernos porque la tapia del jardín es muy alta, todas las precauciones eran pocas para ella. Cuando acabó de correr las cortinas se volvió con una sonrisa ...