Memorias de un Fucker. 24h Fuck service - Relatos Eróticos

Memorias de un Fucker. 24h Fuck service

... viendo su culazo delante de mí, la paré, hice que se arrodillara y ahí mismo puse mis pies a los lados de sus rodillas, en el mismo escalón y desde esa posición empujé mi polla hasta adentro sin ninguna delicadeza.

Empecé en esa postura tan forzada un mete y saca muy intenso, que al poco rato empezó a dar sus frutos. Con el culo en pompa, los codos apoyados, dos peldaños más arriba y conmigo encima follándola sin parar, parecía estar cómoda, mientras que yo iba alternando los pies cambiándolos de escalera y mis manos pasando del mismo escalón que las suyas, al barandado y a otros escalones, mi postura no era nada cómoda y ella lo notó enseguida.

- Te diría de cambiar de postura, pero me gusta tanto que no quiero moverme de como estoy. Aunque me duelen las rodillas de estar tanto rato así. — Dijo ronroneando.

- Pues aguanta hasta que quieras, que yo no me canso. Ya me voy moviendo, para estar más cómodo.

- Sigue follándome así. Siempre me han gustado estas escaleras. Mmmmmm.

Y dicho esto seguí follándola fuerte, hasta que fue ella ala que propuso un nuevo cambio de lugar.

No sé cuánto tiempo habíamos estado en esa postura, pero me encantó el acople y la cantidad de posibilidades de colocar piernas y manos para variar el ángulo de entrada y el control total sobre el ritmo y el movimiento que se tiene así.

Al levantarse de la escalera le dolían las rodillas, cosa que al día siguiente le produciría que se le pusiesen moradas de haber estado en esa postura, ...

... otra sexcuela más, de las tantas que habíamos sido víctimas.

Al levantarse me tomó de la mano y subimos a la parte de arriba donde fuimos recorriendo la habitación de su hija, de su hijo y al fin la de matrimonio. Es ahí donde los dos queríamos llegar.

Al entrar en la habitación eché un vistazo alrededor, pero casi no me fijé en la decoración. Mis ojos iban a parar directamente a su culazo, se adelantó un poco y se dejó caer en la cama de frente, volviendo a dejar el culo en pompa disponible para mí.

- Que ganas tenía de que me follaras en mi cama. Además, este año todavía no se ha follado aquí. En el 2016 la estrenas tú.

- Yo sí que tenía ganas de follarte en tu cama. — Dije agarrando del pelo y volviendo su cara para darle un beso, justo antes de penetrarla.

Estábamos a principios de marzo y todavía no había follado en el lecho conyugal. Pese a los esfuerzos que había estado haciendo mi Morena de recuperar su vida sexual en casa, nada de lo intentado había dado fruto.

Este año que habíamos empezado follando juntos, todavía no lo había hecho con su marido, y como ella misma decía:

- Si tengo que follar en casa, follaré, pero no me voy a esforzar lo más mínimo, habiendo probado el sexo de otra dimensión. No quiero echar polvos malos de quince minutos.

Me subí a la cama y me senté sobre sus muslos con mi polla apuntando al techo, separé sus cachetes, justo para ver dónde apuntaba, aunque esta vez cambiamos y tocó su entrada trasera, empujé lentamente, ...