Memorias de un Fucker. 24h Fuck service - Relatos Eróticos

Memorias de un Fucker. 24h Fuck service

... sintiendo cómo me abría paso en su interior, quería que la sintiera al entrar, y mientras hacía esto notaba como después de un largo suspiro, empezó a mover su culito de un lado a otro, y así acomodarse para lo que estaba comenzando a sentir.

En esa postura puse mis manos en su espalda y empecé a mover mis caderas adelante y atrás, haciendo que mi polla, que ahora está totalmente dentro de ella, empezara a moverse rozando por dentro, llenándola de sensaciones, mientras me movía ella hizo lo mismo iniciando así un baile de cuerpos delicioso.

Con la facilidad para llegar al orgasmo que tenía con la penetración anal, pronto empezó a correrse de nuevo.

Llevaba más de dos horas follando y la frecuencia en tener orgasmos había disminuido, pero la intensidad había aumentado.

Llevábamos un buen rato en esa postura para cuando decidimos cambiar, así que me puse de pie y agarrándola por la cintura, tiré de ella hasta dejarla a cuatro patas encima de la cama, empujando su espalda hacia abajo hasta que la altura de su culito era fue ideal para empujar y entonces repetí la operación anterior. La penetré, cuando comienzo a moverme se dio la vuelta y me dijo con sonrisa pícara.

- Te gusta lo que ves?, ehhh

- Me encanta lo que veo. — dije mientras una de mis manos fue a parar a su pelo, agarrando su melena como si le cogiera una coleta y le estirando hacia atrás, forzando un poco su cuello para que girase más la cabeza y me mirara.

Al notar eso todavía se puso más ...

... cachonda y empezó a moverse con más fuerza, mientras apretaba los dientes al llegar al orgasmo.

De reojo miré el reloj de la mesilla y vi la hora.

- No puede ser, pero si casi es hora de irme. — El horario lo marcaba el tener que ir a recoger a sus hijos a la guardería. Y faltaba media hora para ese momento.

- Otra vez con el tiempo. Vaya caca. Pero bueno, tú aún tienes que correrte. Y me lo vas a dar aquí. — dice señalándose la boca.

Yo muy obediente, antes de nada fui al baño a lavarme. Me senté en el bidé y me lavé con algo de jabón y abundante agua. La sensación de frescor, hizo revivir mi ya cansada polla.

Cuando salí, la encontré en la cama bocarriba, descansando de la mañana que llevábamos. Me puse de rodillas al lado de su cabeza, ella ya sabía lo que tenía que hacer y con solo girar su cabeza metió mi polla en su boca. Parte de mi miembro se quedó ahí, mientras ella lamía mi glande con su lengua juguetona. Me encanta que haga esto y entre los dos estábamos masturbándome con su boca, pero cuando llevo tanto rato follando y sin correrme luego no había manera de llegar al orgasmo. Cuando esto sucede me tengo que masturbar muy intensamente para acabar, ella sabía eso y empezó a animarme.

- Vamos semental, sácate la leche y dame mi ración. — Dijo sacado obscenamente la lengua para que viera donde quería mi leche.

Cuando oí esto, eché el culo un poco para atrás y así estar más cómodo, empecé a masturbarme mientras ella empezó a acariciarme los muslos hasta ...