Memorias de un Fucker. 24h Fuck service - Relatos Eróticos

Memorias de un Fucker. 24h Fuck service

... llegar a los testículos, sin tocar directamente, pero llegando a pasar la mano por debajo, hasta la zona del perineo. Yo mientras tanto había bajado mi mano izquierda hasta su coño y empecé a masturbarla, estimulando su clítoris.

Mientras todo esto sucedía, mi morena no dejaba de mirar cómo me masturbaba. Le gustaba la cara de vicioso que ponía mientras lo estaba haciendo. Así estuve un poco más de tiempo hasta que noté como se acercaba el momento, ella también lo sintió así y levantando un poco la cabeza, giró el cuello y abrió la boca, pidiendo su premio. Mi mano izquierda subió hasta su cuello y en ese momento, metí la punta de mi polla en su boca, mientras sus labios se cerraban alrededor de ella. Con unos enormes espasmos empecé a lanzar chorros de semen en su interior, los recibió mientras una mirada de satisfacción apareció reflejada en su cara.

Soltó mi polla, que había estado atrapada en su boca mientras traga su premio.

Estaba exhausto y cuando abrió la boca me sentí libre, me dejé caer encima de la cama, bocarriba con mi polla flácida ya, después del deber cumplido. Se acercó donde yo estaba, me dio un pequeño beso y apoyó la cabeza en mi pecho.

- Dan ganas de quedarse así una eternidad, pero es tarde y nos tenemos que ir. — Me dijo con entonación triste.

- Pues sí, pero los dos tenemos cosas que hacer, además a tu marido no creo que le hiciera mucha gracia encontrarnos así. —Le dije mientras los dos rompimos a reír.

Así que nos vestimos y ...

... salimos de casa, casi a la vez.

Yo fui hacia mi coche que estaba aparcado en la calle de atrás y me monté, pero en lugar de irme para casa fui en dirección contraria, justo por donde se había ido ella.

Bajé las ventanillas y subí un poco el volumen, solo un poco para que se oyera, no como para que se girasen todos, algo sutil.

Ella iba subiendo la cuesta que lleva a la guardería, no conozco bien el pueblo, pero vi gente a lo lejos y por eso deduje donde era.

Caminaba por la acera del lado contrario y aflojé la marcha para que le diese tiempo a verme. Al verme, me lanzó una mirada de complicidad que me encantó. Seguí más adelante y di la vuelta, tuve que parar en un paso de peatones y nuestras miradas se volvieron a encontrar. Esta vez era una sonrisa de medio lado la que asomaba en su cara. Tenía cara de fucker. Acaba de follar conmigo y eso se le notaba.

Arranqué el coche y emprendí el camino de vuelta. Paré en la gasolinera de siempre y me compré dos cervezas. Antes de reemprender el camino, le mandé un mensaje.

- Tu casa un diez. Habrá que volver a visitarla.

Arranqué el coche y continué hasta llegar al taller donde trabajo. Hoy toca comida con los compañeros de curro y llego justo a tiempo.

Al mirar el móvil me encuentro dos mensajes:

- A mi casa volverás sin tardar mucho, todavía me faltan sitios por estrenar contigo.

- Estás muy sexi cuando conduces. Te habría follado otra vez.

Entré en el taller con la sonrisa de medio lado y con una actitud ...