Campanilla 3
Fecha: 28/06/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: jessmartin, Fuente: TodoRelatos
... cara;” grita avergonzada. “Me tratan como si fuese una puta.”
“A las putas se las paga, a ti te tratan como si fueses una vulgar esclava;” le digo acelerando mis movimientos, llevándola al orgasmo entre lágrimas.
“Vuestro turno chicos;” les digo levantándome para acercarme a Justin y besarle.
Me sorprendo de que los dos se queden conmigo y me atrapen entre sus cuerpos, besándome y acariciándome, mientras Karen sigue tumbada en el sofá sin saber bien que hacer. Por primera vez me siento la princesa del cuento y no cenicienta.
Al igual que Karen, ningún chico ha jugado con mi cuerpo para darme placer, si exceptuamos lo ocurrido ayer con el stripper, y ahora tengo dos pares de manos recorriendo todo mi cuerpo, unos dedos entrando en mi coño y otros en mi culo, causando que los gemidos de placer que escapan de mi boca no dejen oír otra cosa.
Todo parece ir perfecto hasta que Lucas lleva su boca a mis pezones, pero antes de empezar a besarlos se detiene de golpe, jugando con el piercing, observándolo como si quisiese descubrir algo.
“Mira esto;” le comenta a Justin que de inmediato retira la mano de mi coño y la lleva a mi pezón libre, haciendo lo mismo que su amigo, soltándome para recoger mi ropa y buscar algo.
“Vamos a tener que conformarnos con follarnos a Karen;” le dice Justin a Lucas enseñándole la etiqueta del vestido.
“¿Qué pasa?” les pregunto frustrada porque hayan detenido sus caricias.
“No podemos follarte, perteneces al Visir;” me contesta ...
... Lucas.
“No pertenezco a nadie, esa ropa me la dejaron ayer en un club;” le corrijo.
“La etiqueta de la ropa dice lo contrario, y aunque como dices tú fuese una casualidad, los piercings de tus pezones son un diseño exclusivo que solo utiliza él;” me explica Justin.
Maldita sea, encuentro a dos chicos dispuestos a follarme a pesar de la presencia de Karen, y se niegan a hacerlo asustados por una etiqueta y unos piercings. ¡Maldita sea mi suerte!
“No podemos follárnosla, pero si podemos recompensarla por entregarnos a Karen;” comenta Lucas volviendo a llevar su mano a mi coño.
“¿Tenéis juguetes en casa?” le pregunta Justin a Karen.
“Un par de consoladores, yo no les necesito, puedo follar cuando quiera;” contesta Karen elevando el tono de voz, intentando recuperar su orgullo perdido y el control de la situación.
“Iré a casa a y cogeré algunos;” comenta Justin saliendo de la habitación.
Mientras Justin sale, Lucas me agarra de la mano y me lleva hacia el sofá, desnudándose antes de sentarse al lado de Karen e indicarme a mí que me siente a su lado.
Miro la polla de Lucas y me relamo al verla, esperando que lo que sea que tienen prohibido hacerme no incluya permitirme darle una buena mamada.
“Ni coño, ni culo, ni boca, solo podemos darte placer;” me comenta como si estuviese leyéndome el pensamiento, introduciendo dos dedos en mi coño para confirmar la segunda parte de sus palabras. “Pero eso no va por ti;” le dice a Karen agarrándola del pelo para ...