Campanilla 3 - Relatos Eróticos

Campanilla 3

... obligarla a agacharse sobre su polla.

Miro como Karen se lleva la polla de Lucas a la boca, provocándome cierta envidia por la facilidad con la que se introduce sin ninguna dificultad más de la mitad de su longitud, las dos veces que yo lo he intentado he acabado vomitando.

Pronto me olvido de las habilidades de Karen centrándome en el placer que me están proporcionando los dedos de Lucas, que a diferencia de los chicos que se han follado a mi amiga si parecen saber la forma de dar placer a una mujer.

Apenas noto el regreso de Justin hasta que se acerca a mí con una mordaza de bola en la mano.

“Será mejor evitar tentaciones;” me dice acercándome la mordaza.

Abro la boca y Justin me coloca la mordaza, dándome luego un beso sobre ella, pasando después a Karen sosteniendo varios objetos más en la mano. Mientras Lucas sostiene la cabeza de Karen contra su polla, Justin le esposa las manos a la espalda, agarrándola luego para ponerla sobre el sofá.

Al ver como Justin se desnuda, no puedo más que sentir lástima de mí misma, tengo delante dos hermosas pollas de las que no voy a poder disfrutar sin saber bien por qué. Si la envidia que ya le tenía a Karen por su vida sexual, había aumentado al verla chupando la polla de Lucas, ahora al ver como Justin se coloca detrás de ella dispuesto a follársela, estoy empezando a odiarla.

Por suerte Lucas se encarga de distraerme, primero dejando de jugar con sus dedos en mi coño, segundo cogiendo unas esposas de la ...

... bolsa de juguetes que ha traído Justin, y tercero, después de esposarme las manos y levantarlas por encima de mi cabeza, colocando su cabeza entre mis piernas, abriéndolas con sus manos todo lo que mi cuerpo lo permite, y enterrando su cara en mi coño.

El orgasmo después de toda la excitación acumulada en el juego, aumentada por las caricias de los dos jóvenes recorre mi cuerpo de mi cabello hasta la punta de los pies, provocando que cierre las piernas, sujetando a Lucas, como si no quisiese que esto terminase nunca.

Aunque como me pasa siempre, mis planes e intenciones no salen bien, y tras unos pocos minutos más y un segundo orgasmo, Lucas se levanta de entre mis piernas relamiéndose los jugos de mis orgasmos de sus labios.

“Cambiemos;” le dice a Justin, que en todo este tiempo no ha dejado de follarse a Karen, aunque no soy consciente de que mi amiga haya llegado a ningún orgasmo.

En vez de colocarse detrás de ella, Lucas hace que Karen se ponga de pies sobre el sofá y luego inclina su cuerpo sobre el respaldo, de forma que desde mi posición voy a poder ver perfectamente como se la folla. Antes de follársela, lleva dos de sus dedos al culo de Karen, intentando meterles dentro, lográndolo con bastante dificultad.

“Tiene un culo bastante estrecho, no le debe de gustar mucho que la fóllen por ahí;” le comenta a Justin.

“Pregúntaselo;” le responde.

“¿No te gusta que te fóllen el culo?” le pregunta Lucas a Karen agarrándola del pelo tirando su cabeza hacia ...