1. Amor inesperado de una joven casada. 4


    Fecha: 03/07/2024, Categorías: Lesbianas Autor: dulceymorboso, Fuente: TodoRelatos

    ... a Carmen entre susurros pero, a pesar de mis intentos por entender lo que le decía, no pude entenderla.
    
    Olor a vainilla. Tere estaba cerca, más cerca que antes. Me sobresalté al sentir una mano acariciar mi pie. Era la de Carmen, conocía muy bien su tacto. Sentí como lo levantaba ligeramente del colchón y lo arrastraba hacia el extremo de la cama. Mientras lo llevaba hacia allí, sentí otra mano en el otro pie. Era una mano pequeña, Tere me lo estaba acariciando. Lo llevó hacía el otro extremo. Me estremecí. Entre las dos habían separado mis piernas. Me avergoncé al saber que esa chiquilla estaría viendo mi sexo. Por mis ingles percibí el fluir de mis jugos.
    
    Me sentía expuesta, vulnerable.
    
    Susurros.
    
    Unas manos suaves y pequeñas comenzaron a acariciar mis pechos. Tuve que reprimir un gemido al darme cuenta de quién me los estaba acariciando. Sentía mis pezones tiesos con sus inexpertas caricias pero igualmente placenteras. Unos labios rozaron los míos. Supe que eran los de ella por su temblor inocente. Entreabrí los míos y enseguida su lengua se encontró dentro de mi boca.
    
    Abandonó mi boca y mi tristeza se vio aplacada cuando supe el motivo. Estaba besando mis pechos. Suspiré aliviada. Necesitaba aquello. Mis pechos deseaban desde hacía mucho tiempo ser besados por esa criatura. Atrapó mi pezón entre sus labios y en el silencio de la habitación sonó mi gemido.
    
    Recordé la imagen de esa joven con el pezón de Carmen y como lo mamaba con avidez. Ahora el ...
    ... corderillo estaba aferrado a mi pecho. Enseguida comprendí lo que había sentido mi vecina porque yo estaba sintiendo lo mismo y mis gemidos se hicieron constantes. Su manera de chupar era increíble y me estaba llevando a un placer maravilloso.
    
    Le pedí que no parara.
    
    Escuché la voz de Carmen cerca de nuestras cabezas.
    
    - La vas a hacer correrse, pequeña – le dijo animándola a continuar con los chupeteos – Lo haces muy bien.
    
    Me corrí retorciéndome de placer.
    
    Todavía temblorosa intentando recuperarme del orgasmo sentí que acariciaban mi pezón deshecho.
    
    - Mira como se le ha puesto de grande – escuché que Carmen le decía.
    
    - Si – afirmó Tere – Se os ponen muy largos cuando os los chupo.
    
    Me preguntaba si lo tendría tan estirado como había visto el de Carmen en el salón después de habérselo chupado. Acerqué mi mano al pecho y lo busqué con los dedos. Estaba muy largo y me sonrojé.
    
    - Que vergüenza! – les dije.
    
    - Te ha gustado? – me preguntó Carmen mientras besaba mi mejilla.
    
    - Me ha encantado – reconocí – Gracias, Tere.
    
    - Gracias a vosotras por todo esto.
    
    El sonido inconfundible de besos se adueñó de la habitación. Sin duda se estaban besando y escuché sus ahogados suspiros. Era una tortura no saber que estaban haciendo pero mi vagina reaccionó con aquellos sonidos. Carmen gimió.
    
    - Carmen? – pregunté sintiéndome sola.
    
    - Estoy aquí, cariño – su voz sonó entrecortada.
    
    - Que hacéis? Venir, por favor.
    
    Sentí el colchón hundirse un poco, estaban ...