1. Trio con el compañero de trabajo.


    Fecha: 09/07/2024, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... esto podíamos desnudarnos del todo.
    
    - Pues tienes razón, nadie va a vernos.
    
    Uno a uno nos fuimos sacando los bañadores y arrojándolos a la arena cerca de las toallas. Todos depilados y con las pollas duras. Dani no se había separado de mí más que lo justo para quitarse el slip y pronto volví a notar su glande esta vez rozando mis nalgas sin nada que los separara.
    
    Eché la mano atrás y sujeté su culo pegándolo más a mi cuerpo. Empecé a notar sus labios y lengua recorriendo suaves mi cuello y hombro. Mientras Alex y Mario habían empezado a besarse y chupar la lengua del otro.
    
    - Acércate. Nos están esperando.
    
    No tuvo que empujarme mucho. Sin prisa me fui acercando sin perderme nada del espectáculo. Dani no se despegaba de mí ni un milímetro. Cuando estaba a su lado estiraron los brazos para unirnos a ellos.
    
    - ¡Ya era hora!.
    
    Estaba en el medio de tres hermosos muchachos que parecían desearme. Notaba sus manos por todo mi cuerpo. Acariciando toda mi piel. Separando curiosos mis nalgas para deslizar un dedo por el ano.
    
    - Nos ha encantado encontrarte. Ya creíamos que nos íbamos a tener que divertir solos.
    
    - Me imagino que no os hubiera importado mucho. Con lo buenos que estáis.
    
    - Pero siempre es más divertido con más gente.
    
    Y en ese momento alguien metió la lengua en mi boca buscando la campanilla. Parecía que la notaba en todas partes, en el paladar, por las encías, cruzándose con mi lengua. Vaya si el chico sabía besar.
    
    A la vez ya tenía una ...
    ... mano acariciando mis huevos depilados y suaves. O subiendo por el tronco de la polla. Mis manos se podían en dos durísimos culos que me permitían incluso llegar con el dedo índice a los anos y jugar con ellos. Lubricados por el agua de mar pude meter por allí hasta la primera falange.
    
    Aquello ya era una orgía en toda regla. Tan pegados estábamos que no hubiera cabido entre nuestros cuerpos ni una cuchilla de afeitar. Toda una confusión de manos y bocas allí donde podíamos alcanzar. Empezaron a oírse los gemidos y suspiros de los cuatro.
    
    Dani era el que seguía a mi espalda y pasaba su polla entre mis nalgas. Sin buscar penetrarme, todavía, pero apretándola en mi raja. Seguía besando mis hombros, nuca y cuello y me lamía las orejas.
    
    - Me encanta tu culo duro. No hacía más que mirarlo haber un rato cuando tomabas el sol boca abajo.
    
    Otra polla se había acercado a la mia, la de Alex y la mano de Mario agarró las dos, pajeándolas juntas. El moreno seguía dándome lengua y saliva y su amigo lamía su cuello. Se iba inclinando para chupar sus pezones lo que le obligaba a separarse un poco de mí.
    
    - Que rabos más ricos.
    
    Así Alex tenía también mi pecho y pezones para mordisquear. Seguía bajando lamiendo la piel de nuestros vientres y metiendo la lengua en nuestros ombligos. Se tomaba su tiempo para llegar a las pollas lo que lo hacía morboso y placentero.
    
    - Me las voy a comer enteritas.
    
    Las dos pollas estaban tan duras que salían del nivel del agua. Asomando los ...