1. Comencé por necesidad, pero he continuado porque me gusta…


    Fecha: 09/07/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Gays Transexuales Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    ... almuerzo me tomó la mano y me dijo. “Yo estoy muy solo, y tu entenderás que teniendo una chica tan linda como tú diariamente frente a mí, a mi edad, si no te pregunto si quieres ser mi amante, no me lo perdonaría jamás.” Sus palabras me dejaron paralizado, sin saber que decir, y con miedo a lo que pudiera suceder y se diera cuenta entre otras cosas que yo no era una chica realmente. El resto de la tarde no hablamos, pero yo me puse a pensar en cómo yo podría hacer para que él no se diese cuenta de que no era una mujer. Durante la noche en casa mientras me encontraba en la cama, se me ocurrió decirle que yo era virgen y que deseaba llegar así a mi matrimonio, una excusa como cualquier otra. Pero mientras me toqueteaba mi esfínter se me ocurrió, no decir más nada, pero si dejar que me pusiera su cosa entre mis nalgas, al fin y al cabo, con lo viejito que era difícilmente se le pararía, y si eso pasaba, bueno lo dejaría que me diera por el culo pero más nada. Al día siguiente después de que cerramos al medio día, llamé a mi jefe al pasillo, con la excusa de que me ayudase con unas cajas, y mientras le iba diciendo que yo era virgen y todo ese cuento, fui restregando mis nalgas contra su cuerpo. De inmediato sentí sus manos sobre mis caderas, y yo lentamente me fui subiendo la corta falda que estaba usando en esos momentos. Sus manos me bajaron lo suficiente las pantis que usaba, y mi mayor sorpresa fue el sentir su miembro duro y caliente contra mis nalgas. Con sus propios dedos ...
    ... me untó algo de su saliva sobre mi esfínter y a los pocos segundos lo comencé a sentir como me comenzaba a penetrar, de inmediato me puse realmente a llorar por el dolor y a pedirle que me lo sacase, pero el viejo continuaba apretándome fuertemente contra su grueso cuerpo. Lo cierto que estando de pie en medio de un pasillo y que le estén dando por el culo a uno no es una situación muy agradable que digamos, o no lo era hasta que terminó de penetrarme por completo. El dolor que sentí fue algo, que a medida que él comenzó a meter y sacar su verga de entre mis nalgas, se fuer disipando. Dando paso a un placer tremendo que por primera vez disfrutaba yo por completo. Sus nerviosas manos recorrían casi todo mi cuerpo, sin detenerse en algún punto especifico, su boca me mordisqueaba la nuca, y no cesaba de decirme que yo estaba divina. Yo aun bastante adolorido no dejaba de quejarme y de dar una que otra expresión de satisfacción al sentir su verga dentro de mi culo. Sus brazos apretándome contra él, su fuerte aliento en mi cuello, el placer que todo eso generaba en mí, era algo con lo que yo no contaba. Cuando después de un buen rato, el viejo se vino por completo dentro de mi culo, y finalmente sacó su verga. Yo me dejé caer al piso, adolorido, agotado pero bien satisfecho de lo que el viejito me había hecho. Al levantar la vista, vi lo contento que se retiraba rumbo a la puerta, al poco rato me levanté, entré al baño, expulsé lo que él me había dejado dentro, y me quedé sentado ...