1. Mi esposa y yo, cambiamos de papeles y algo más…


    Fecha: 26/07/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Gays Transexuales Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    ... por lo que cuando comenzó a actuar como un hombre, yo de inmediato continúe actuando como si fuera una mujer.
    
    Esa primera vez, ella fue mucho más cortes y delicada de lo que he sido yo con ella en esos momentos, cuando deseo clavármela por el culo.
    
    Me trató como si fuera su amante, hasta me orientó sobre cómo mantener una higiene completa de mi ano, por medio de cánulas lavativas, y uno que otro laxante.
    
    Así que en el instante en que comencé a sentir ese grueso vergón de goma, pegado a mis nalgas, yo continúe actuando, de la manera en que yo sabía que a ella le encantaba.
    
    Pero cuando me ordenó que me pusiera en cuatro patas, pensé negarme en hacer eso, pero finalmente ya recostado con mi torso pegado al piso, sentí como esa cosa de goma negra se abría paso entre mis nalgas.
    
    El dolor fue algo en lo que nunca me había puesto a pensar, por lo menos hasta ese momento.
    
    A medida que me fue penetrando, y aunque sé que me tuvo mucha consideración, el dolor iba en aumento, pero al mismo tiempo, comencé a descubrir un raro placer, que mi esposa me provocaba a medida que me penetraba.
    
    Mientras que, en mi esposa, se operó un cambio total en su manera de actuar, por lo menos al momento en que manteníamos sexo de esa manera.
    
    Mi mujer definitivamente disfruta tremendamente, el penetrarme por el culo, mientras que yo por mi parte también disfruto bastante, el vestirme y actuar de mujer para ella, así como dejar que me penetre las veces que ella lo desee.
    
    Al ...
    ... principio, nos habíamos acostumbrado a realizar esos juegos una o dos veces al mes, pero con el tiempo pasamos a mantener ese tipo de relación unas dos y hasta tres veces a la semana.
    
    En las que después de que salimos de compra, o regresamos de ver alguna película, ella me comienza a acariciar y a besar por todo mi cuerpo, a medida que sus manos me acarician profusamente todas mis nalgas.
    
    Para después de un rato de juegos y caricias pasa a penetrarme como a ella le encanta y a mí me gusta.
    
    Pero recientemente un día en que después de que me vestí con un lindo conjunto color rosa, algo atrevido, y me maquilló estupendamente, salimos de compras a un centro comercial, mientras nos detuvimos a tomar un café, y a observar a las demás personas.
    
    Mi esposa se dio cuenta de que un hombre de unos cincuenta años no me quitaba la vista de encima, y comenzó a vacilarme diciéndome que había hecho un levante.
    
    De momento no la tomé en serio, pero el hombre no dejaba de verme, así que siguiéndole el juego a mi mujer le dije, que si me lo proponía lo podía tener rendido a mis pies, en cosa de par de semanas.
    
    Ella tomó en serió lo dicho por mí, y me apostó que a que no me atrevía conquistarlo, y acostarme con él.
    
    En ese momento como que no pensé en las consecuencias, y rápidamente le respondía que sí me atrevía.
    
    Después de que llegamos al acuerdo que, si yo ganaba, ella haría lo que a mí se me antojara, por espacio de un mes, y desde luego que si yo perdía me correspondería ...
«1234...»