Andrea, secretaria y amante
Fecha: 21/03/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... suspiro, diciéndome: "-Así me la había imaginado...". Esa frase me puso a mil y pude ver mi verga irse levantando poco a poco frente a su cara, mientras yo imaginaba la gran chupada que me iba a dar Andrea en la polla. Al instante, oímos hablar a mis socios cerca, y con tremenda rapidez me subí los pantalones y me arreglé como si nada hubiese pasado. Les he de decir que para mi tristeza, ese martes terminó de esa manera, pues hubo reunión de socios y terminamos tarde. Andrea ya se había marchado. Me quedé con tremenda calentura, que lo único que hice fue no esperarme a llegar a casa y entré al baño de mi despacho, lugar en el que me volé la paja como nunca, pensando en aquella cara que me deseaba, a mi y a mi pedazo de carne. A pesar que me volé la paja de lo más increíble, estaba molesto porque el día siguiente era de feriado, no había que trabajar, por lo que definitivamente significaba volarme la paja martes y miércoles pensando en Andrea y en lo que me pudo haber hecho. Llegó el jueves y para no hacer larga la historia, no pasó cosa alguna entre Andrea y yo, más que decirme que no había estado tranquila esos dos días por el momento que estuvimos compartiendo íntimamente. Mejor no me lo hubiera dicho, porque eso me puso a mil y ya no aguanté ir al baño a volarme la paja, sino que en plena oficina lo hice, sólo cerrando la puerta con llave. Pero el día viernes fue el que hasta la fecha no olvido, y que muy difícilmente será superado por otra mujer. En la mañana, puse a ...
... Andrea a trabajar en un contrato de sociedad, estaba tan difícil hacerlo que mejor fui a su cubículo a ayudarla un poco. Halé una silla y me senté a su lado izquierdo. Les soy sincero, estaba tan centrado en ese contrato que lo menos que pensaba era de los días pasados con Andrea y las pajas que me había volado. Mientras yo le dictaba los datos, ella frente al ordenador iba escribiendo lo que le decía. De repente siento que su mano empieza a masajearme la polla. Me olvidé del contrato y de los clientes, y empecé a disfrutar del momento, con cierta timidez y miedo pues cualquiera nos podía pescar en pleno polvazo, pero al igual que el contrato y los clientes, mandé a la mierda la situación y me centré más en el trabajo que me hacía Andrea. De repente veo que se inclina hacia mi polla y comienza a bajarme la cremallera del pantalón. Sin que le cueste comienza a buscar la abertura de mi calzoncillo para toparse con mi verga que para ese entonces ya estaba más dura que el aspa que sostiene la bandera que tengo en mi despacho. Logra sacar del calzoncillo y pantalón mi verga y se la empieza a tragar junto con movimientos de arriba hacia abajo, ensalivándomela y lubricándomela con los jugos que emanaban de la misma. Se la sacaba de la boca y me la lamía como si fuera un helado. Con su típica mirada lujuriosa me dice: -"Ahora si me voy a vengar de que me dejaste caliente por tres días", a lo que por supuesto no me resistí. Seguía clavándose mi verga hasta el punto que le provocaba ...