El Nuevo Patriarcado - La Doctora - Relatos Eróticos

El Nuevo Patriarcado - La Doctora

Historias del Nuevo Patriarcado – La Doctora

He estado en una verdadera montaña rusa de sensaciones durante el último mes. Desde que me enteré de la próxima aprobación de la Ley de Esclavitud Femenina, no he dormido durante varias noches pensando que mi esposo, de quien me separé hace doce años por maltrato pudiese reclamarme a mí y a nuestras dos hijas adolescentes.

La ley fue aprobada a la medianoche del viernes, y durante el fin de semana no ocurrió nada relevante, así que decidí ir a trabajar sin miedo a lo que podría sucederme, sabiendo que seguramente las consecuencias de no presentarme a trabajar serían peores.

Nada más llegar al hospital donde trabajo puedo ver como las cosas ya están cambiando, el personal administrativo femenino a la vista está desnudo y hay claras diferencias entre las que tienen dueños privados y llevan collares de varios tipos y colores y visten una especie de uniforme de látex blanco semitransparente y las que han sido registradas por el hospital, todas esas mujeres van desnudas, luciendo un tatuaje con un código de barras en su pubis y su nombre tatuado encima de su pecho derecho.

No tengo tiempo de observar nada más, ya que enseguida dos hombres a los que no conozco pero que llevan placas de empleados de seguridad del hospital se me acercan y me piden que los acompañe al despacho del Director. Ahí viene mi primera sorpresa, hasta ahora la persona que dirige el hospital es la Doctora Carol Johnson, conocida y respetada en todo el ...

... país por haber convertido nuestro hospital en uno de los más prestigiosos de la red sanitaria.

Al acercarnos a la puerta del despacho de Carol, veo como un operario está retirando su nombre y colocando uno nuevo, aunque no tengo tiempo de leerlo antes de que los dos hombres que me acompañan abran la puerta y me empujen dentro.

Suelto un pequeño grito en cuanto entro en el despacho y veo a Carol arrodillada desnuda a los pies de un hombre, lleva una mordaza de anillo en su boca y tanto en su rostro como en su coño son visibles restos de semen, provocando que un escalofrío recorra mi cuerpo pensando que ese es el futuro que me espera.

“Buenos días Mascota Anne;” me dice el hombre. “Soy Stephan Turner, el nuevo Director del hospital.”

Voy a protestar por la manera de llamarme, pero el Director me interrumpe de forma abrupta.

“Silencio zorra, ahora no eres más que una esclava como todas las zorras que trabajan en el hospital;” me dice acercándose a mí, llevando una de sus manos a mis pechos.

Intento evitar sus manos, pero los dos hombres que me han acompañado hasta aquí sujetan mis manos y las llevan a mi espalda.

“Tienes la suerte de ser una de las mejores neurocirujanas del mundo y no podemos permitirnos que seas esclavizada por alguien para su uso personal y perder tus habilidades;” me comenta mientras me arranca la blusa y el sujetador y comienza a jugar con mis pezones. “Ahora eres propiedad del gobierno al igual que tus hijas, se te permitirá seguir ...