Si quieres que te vuelva a comer el culo, solo tienes que pedírmelo…
Fecha: 18/08/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Gays
Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30
Si quieres que te vuelva a comer el culo, solo tienes que pedírmelo…
Al principio comencé a beber en la barra, ya llevaba un buen rato bebiendo, cuando a mi lado tomó asiento, un tipo como de mi edad.
Comenzamos a charlar, a intercambiar opiniones, hasta que, a eso de las siete de la noche, mi nuevo amigo y yo, decidimos irnos a una mesa para seguir charlando, y bebiendo.
Yo la verdad es que no había pensado en nada especial para celebrar, cuando mi nuevo conocido, me propuso que fuéramos a un sitio nuevo, en el que las mujeres bailan desnudas.
Yo la verdad si había escuchado hablar sobre ese sitio, pero nunca se me había ocurrido ir, por lo que por curiosidad decidí acompañarlo.
Lo cierto que ya desde la entrada, se apreciaba mucho lujo en la decoración, y apenas entramos, me quedé boquiabierto viendo tantas, y tantas hembras hermosas, prácticamente desnudas por completo, bailando, y haciendo mil peripecias alrededor de un condenado tubo.
Ya saben que eso no es de gratis, así que ocasionalmente mi amigo, y yo colocábamos algunos billetes entre las pequeñas prendas que ellas cargaban.
Hasta que después de un buen rato de estar bebiendo, y viendo a esas chicas, en cierto momento le propuse a mi nuevo amigo que acompañase a mi casa, para seguir bebiendo, que además le comenté que yo tenía uno que otro video porno, con el cual nos podíamos distraer.
Bueno entre pagar, casi un ojo de la cara por cada trago, y nada, decidió por lo segundo.
Llegamos bien ...
... rápido a mi casa, y de la misma manera le serví un buen trago de ron casi puro, apenas con un pequeño cubo de hielo, y muy poca soda.
Luego prendí el tv, y comenzamos a ver una corta película porno, y luego otra, y luego otra, la cosa es que, durante todo ese tiempo, él no hizo otra cosa que beber, y beber.
Ya había perdido la cuenta de cuantos tragos se había tomado, cuando sin más ni más le comenté, que si sentía mucho calor se podía quitar toda la ropa.
Lo raro fue que, en ese instante, en lugar de decirle que no y marcharse, eso le causó mucha gracia, y a medida que se fue riendo, como un verdadero tonto.
También se fue quitando todo, hasta quedar completamente desnudo, mientras que yo continuaba vestido.
Tras servirle otro de esos fuertes tragos, puse un video, al que desde el principio no le prestó mucha atención.
Hasta que yo mismo sentado a su lado, y colocando una de mis manos en su rodilla, le dije. “Mira como tienen a ese, que te parece”.
Él que hasta ese momento no había reparado en el video, al levantar la vista, y ver la pantalla, vio a un tipo tan desnudo como él, mientras que otro completamente vestido como yo, se lo clavaba por el culo.
Su único comentario, fue. “Eso está duro”. Pero de inmediato, le dije. “Pero mira la cara de felicidad que tiene el condenado que está abajo.”
Era cierto, al que le daban por el culo se veía de lo más feliz, fue cuando mi invitado se dio cuenta, que yo mientras le hablaba, había comenzado a acariciar ...