1. Necesitaba leche y mi joven vecino me llena con la suya


    Fecha: 19/08/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Hetero Infidelidad Autor: soyAriel, Fuente: SexoSinTabues30

    ... despacio, por favor. Me tomó de la cintura y me la fue enterrando lentamente hasta que sentí su pelvis pegada a mis nalgas. – Ya la tienes toda dentro, y que rico, me encanta tu culito, es tan apretadito, caliente y suave. – Si, la siento toda, toda, aghhhh, me encanta sentirla, me llega tan profundo, me siento tan plena. – Sabía que eras una putita que te gusta dar el culo, ¿o me equivoco? – No, Ernesto, no te equivocas, me encanta que me cojan por el culo, me hace sentir tan puta, tu putita, anda, cógeme. No me hizo esperar y se empezó a mover, las embestidas eran lentas y profundas, me agarraba las nalgas y me las abría lo más que podía para empalarme lo más profundo que se pudiera, pronto empecé a gemir, me estuvo dando por el culo por cerca de 20 minutos, demostrando nuevamente su maestría en el arte de coger, a pesar de su juventud, me cogía en forma lenta para prolongar su orgasmo y yo quería que no acabara nunca de cogerme, me apretaba las nalgas, las acariciaba y abría, hasta que nuevamente me dijo que iba a descargar. – Aghhhh, ya viene, ya viene, te voy a llenar el culito de leche, – gruñó. Empezó a cogerme a un ritmo desenfrenado, sentía su verga rozando y estirando mis paredes internas de una forma deliciosa e increíble, su pelvis chocaba contra mis nalgas con fuerza, sus huevos azotaban mis nalgas, mis gemidos aumentaron de intensidad y sentí próximo mi orgasmo, su verga se ensanchó y justo cuando recibí su primer trallazo de leche caliente, mi cuerpo comenzó ...
    ... a convulsionar, fueron varios chorros de leche, una corrida abundante a pesar de ser su segunda corrida, sentía como me iba llenando por dentro, ambos nos retorcíamos y gruñíamos, hasta que el orgasmo fue menguando, fue un orgasmo larguísimo que me dejó exhausta y me desplomé sudando sobre el mostrador, Ernesto se desplomó sobre mi cuerpo, sentía su respiración entrecortada en mi nuca y yo tomaba bocanadas de aire, mi corazón parecía salirse de mi pecho, buscó mi boca y me dio un beso interminable, después de un rato fuimos recuperando la respiración y por fin, su verga empezó a perder rigidez, hasta que haciendo un plop salió de mi culo, un chorrito de semen escurrió por mis nalgas. Hasta entonces recobré la lucidez, ya era tarde y mi hijo se encontraba solo en casa, me levanté rápidamente y me puse mi ropa sin siquiera limpiarme el semen que escurría por mi cuerpo, preocupada por mi hijo, al levantarme, le dije: – La verdad me cogiste muy rico, jamás pensé que alguien de tu edad pudiera coger así, pero te recuerdo que soy una mujer casada y esto no puede volver a repetirse. Le pedí a Ernesto que continuaba desnudo abrirme la portezuela de la cortina metálica, lo contemplé y tenía un cuerpo magnífico, parecía un Dios, pero con una tremenda verga, que a pesar de estar flácida lucía hermosa, Ernesto abrió la portezuela de la cortina y salí apresuradamente, llevando mi leche y mi jamón, había parado de llover y el sol resplandecía nuevamente, la calle lucía desierta y olía a ...
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