Facundo y Luna (El inicio) - Relatos Eróticos

Facundo y Luna (El inicio)

... en una desviación de la carretera que va a Roma. Donde tras recorrer 2 km se llega a el. El sitio en cuestión se edificó en el centro de un Terreno de 50.000 metros cuadrados. Las dimensiones del terreno son 100 metros de frente, colindantes con la carretera principal y 500 metros de fondo.

En dicho terreno, hay un camino de tierra el cual discurre hasta la puerta del depósito. Por su parte la edificación mide 4 metros de alto por 10 m de ancho y 45 m de fondo. Inusualmente grande para la época y más para la zona donde estaba.

La electricidad pasaba en la carretera general, sin embargo, nunca se le había puesto. Además, esta la quitaban a las 11 de la noche en verano y a las 10 en invierno. Volviéndola a conectar a las 7 am. Así estábamos.

La primera vez que entré, me percaté de sus baldosas pequeñas pintadas a mano. Deduje que debió ser construido por una persona acaudalada. Diría que, por sus formas, no tenía más de 40 años. En sus paredes laterales había unos ventanales ubicados a 3 metros de altura. Los cuales tenían 60 cm de ancho por 80 cm de largo. Extrañamente estaban muy limpios.

Como si alguien lo hiciera con regularidad. Pensé si viene a limpiar las ventanas ya podía limpiar el suelo que está de mierda que no hace más. En fin, que tendré que venir a limpiarlo yo.

Bueno, les sigo contando. Mi padre se llama Mario y trabaja como maestro en una escuela. En cuanto a mi madre murió hace 8 años por tuberculosis pulmonar. En un pueblo alejado de la mano de ...

... Dios. La Penicilina era difícil de encontrar y para cuando llegó, mi pobre madre ya había fallecido.

Por ser hijo único, yo y mi viejo salimos adelante como pudimos. A mis 18 años me llamaron para alistarme en el ejército. Muy a mi pesar tuve que dejar a mi padre solo. Sin embargo, allí hice muchos amigos y aprendí mecánica. Al salir regresé al pueblo y busqué trabajo. Fue cuando junto a mi tío Marcos, abrimos un taller de motos. Muy usadas por la clase obrera. De eso han pasado 9 meses y la verdad es que nos va muy bien. Al punto que mi tío no acepta más de 8 motos semanales. Dice que luego se lía mucho. Como siguen llegando más motos, llegué a un acuerdo con el. Por la mañana trabajo allá y por las tardes reparo alguna en el depósito de la Bisabuela.

Aprovechando su camioneta, traje una Vespa 125N a mi depósito y la he ido arreglando, poco a poco.

Está la conozco bien ya que la mía es del mismo año y modelo. Osea de 1959.

Dicho esto, volvamos a la noche que escuché la voz de mujer. Rápidamente encendí otra vela y tomé el martillo de la caja de herramientas. Sigilosamente me adentré en el depósito. Recuerdo que cada uno de mis pasos se oía en demasía. Cuando ya estaba cerca de los espejos una nube tapó la luna llena y la claridad que entraba por los ventanales se apagó, igual que mi vela. Dejando el lugar totalmente oscuro. Me detuve y la voz cesó.

Por un instante dudé si regresar o seguir. Si ya sé que es de cobardes huir, pero es de sabios preservar la vida. ...