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¡Vica se lo cuenta a Samuel y este no la cree!
Fecha: 22/08/2024, Categorías: Incesto Autor: Zorro Blanco, Fuente: TodoRelatos
Nota del autor: He resubido este relato ya que se cortó un párrafo importante que aclara la historia que les cuenta la madre a los hermanos, tenlo en cuenta por favor si ya lo has leído. Aquella mañana Samuel se levantó sin tanto ánimo como el día anterior, pero se levantó al fin y al cabo. Se aseó, desayunó algo, apenas un par de bocados a una magdalena y un poco de café que tomaba su madre y salió al pasillo de la cuarta planta de su bloque de pisos sin ascensor. Tocó al timbre y dubitativo pensó cómo estaría Vica hoy. Casi de inmediato Vica abrió la puerta con una gran sonrisa en su cara, su pelo negro y lacio perfecto y tan guapa como el día anterior. –¡Buenos días cariño! –dijo con su acento de la Europa del este. Se acercó y besó sus labios, aunque Samuel no le correspondió con el ímpetu de días previos. –Buenos días Vica, ayer yo… no sé lo que pasó –dijo Samuel abatido. –Tranquilo Samuel hoy tengo un plan distinto –dijo Vica. Cogidos de la mano fueron a la parada de bus pero hoy la tomaron en dirección contraria. –¿Dónde vamos? –dijo Samuel. –Vamos al centro –dijo Vica–. Ayer descubrí un fantástico parque en el centro y me apetece mucho pasar la mañana tomando el sol contigo, ¿quieres? –Está bien, menos aburrido que clase de Física y Química –dijo Samuel. Dentro del bus estaban tan achuchados como otros días, hoy Vica se pegó a su chico adrede y este se empalmó al instante. Vica notó la presión de su polla dura en el baquero y le ...
... sonrió dándole un beso en los labios. –Vaya parece que ya te estás animando –le dijo Vica. –Bueno sí un poco –tuvo que admitir Samuel. Vica le dejó tocarle el culo en el bus y ella misma ronroneando como una gatita se restregó contra su macho, hasta que llegaron al centro y se bajaron del atestado bus donde la fresca mañana les golpeó en la cara despertándolos del cálido letargo del calentón en el bus. Samuel lucía un apreciable bulto en su pantalón vaquero algo que hizo sonreír a Vica y que le puso colorado a él. Lo tomó de la mano y pasearon por aquel paraje casi vacío en una mañana laborable de un día cualquiera como aquel. –Verás Samuel hay algo que quiero contarte… -inició Vica la conversación–. Pero antes sentémonos en ese banco –le dijo señalándolo. Allí se sentaron muy juntos y Vica le besó de forma muy caliente y sexual. Samuel tocó sus pechos y ella echó su cálido aliento en su boca mientras le besaba con absoluta pasión. –Antes quiero besarte como ahora y que sepas lo mucho que te quiero Samuel, llevamos apenas tres días juntos pero no he parado de pensar en ti todo el rato, no sé qué me pasa, no duermo, no como pensando en ti y cuando estamos juntos es como si el tiempo se detuviese y no quisiera avanzar ni que avanzase y tú sientes lo mismo, ¿verdad? Samuel tuvo que admitir que bajo la erección de su pantalón nacía el deseo irrefrenable de follarla, un deseo ancestral que nacía de la profunda atracción que sentía por aquella belleza del este ...