La Pasión de Esther
Fecha: 28/08/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: LilithDuran, Fuente: TodoRelatos
ESTHER
La vida cambia en un suspiro. En un instante en el que tomas una decisión sin saber las consecuencias, o quizá sí que las conozcas… aunque toda acción conlleva un proceso, un cúmulo de situaciones que te llevan a ella y esta, es la historia de todas esas decisiones. Mis decisiones. Mi historia.
Mi nombre es Esther y nací en el año 78, una época de cambios en España, aunque el progreso, como era obvio, no llegó de golpe y porrazo a mi casa. Mis padres nacieron en la época de postguerra y pasaron los tiempos más duros de la dictadura.
Me crie en un entorno más rural que urbano y, como era algo habitual, la enseñanza la recibí en un colegio de monjas, con normas muy estrictas y un sentimiento católico muy arraigado. Me imagino que igual que muchísimos niños y niñas de aquella década, nada peculiar.
Poco a poco, fui creciendo, pasando mis años de infancia en la década de los ochenta. En el colegio, pues bueno… ahora soy pelirroja casi tirando a castaña, pero durante mi niñez, de verdad, mi pelo era naranja, igual que una zanahoria. Gracias a ello, no lo pasé muy bien en clase, no creo que me hicieran bullying, como se dice hoy en día, ya que las chicas de mi curso eran mis amigas. Pero los chicos… ¡Qué calvario, por favor…! Eran inaguantables y más de una vez, me hicieron llorar.
Puesto que he mencionado a los chicos, puedo unir otro punto importante de mi vida y que tiene mucho valor en mi historia. Incluso antes de entrar en el instituto, comencé a sentir ...
... atracción por ellos, por supuesto, no era la única, lo hice al mismo tiempo que las demás chicas de clase.
Lo que trajo aquello, fue un desencadenante muy evidente, puesto que… empecé a explorar mi cuerpo. Toda entera estaba cambiando, los pechos me empezaron a crecer y sentí curiosidad por lo que mi entrepierna escondía.
Un día, uno igual que otro cualquiera, porque no lo recuerdo bien y puedo jurarlo que fue sin querer, descubrí el placer que me proporcionaba al tocarme mi gran tesoro. Simplemente, me estaba acariciando la zona de mi vagina y cuando apreté un poco, mi alma sintió una felicidad total. Solo pude hacer una cosa… continuar. Fue una experiencia excepcional.
Aunque todo se paró de golpe cuando tuve alrededor de los trece años, puesto que mi madre… me pilló en pleno acto. Era una niña, apenas era consciente de lo que hacía, lo único de lo que realmente era consciente, era del placer que me proporcionaba.
Sin embargo, mi madre no compartía la misma opinión y le dio un ataque de locura cristiana que casi se pone a recitarme la biblia completa por tal acto impuro. Llegó a decirme cosas que ahora nos parecerían de dementes, como que tenía al demonio dentro, pero bueno… era la época… ¿No?
Aquello me pareció desproporcionado, porque había visto a escondidas la película del de El Exorcista y… ¡Ni de broma me parecía a Regan! Pero, claro… era mi madre, tuve que callar y obedecer.
Lo que sí agradecí a Dios, fue que mi padre no se enterase, porque estaba ...