La Pasión de Esther
Fecha: 28/08/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: LilithDuran, Fuente: TodoRelatos
... pastilla anticonceptiva, porque condón no usaba, ¡faltaría más! Quizá un mal día vomité y no hizo efecto… no sé, nunca lo supe, pero tampoco le di mucha importancia.
El caso es que nos casamos a la carrera, no era posible que Fran, el siguiente director de una escuela católica, tuviera un hijo fuera del matrimonio, la reputación del colegio se vendría abajo. Por lo que, con los consejos, más bien dicho, presiones de mis padres, le di el sí quiero.
No estaba preocupada por mi situación, con su puesto de trabajo tendría una vida muy cómoda en el aspecto económico, pero en los otros… me era difícil meditarlo. El motivo de que estuviera contenta, era uno, cada vez que me miraba el vientre crecer, mi sonrisa aumentaba, no pensaba en otra cosa que no fuera el ser que tenía en mis entrañas.
Con veinticinco años, una carrera y casada, di a luz a Javier, nombre que le pusimos por el segundo nombre de Fran. Según lo vi, me enamoré de él, y si os preguntáis si existe el amor a primera vista, ¡claro que existe! Doy fe de ello.
Todas mis dudas sobre la relación, nuestro matrimonio, de Fran… todo quedó a un lado, porque aquella carita rosada y arrugada, valía la pena cualquier sufrimiento. De un momento a otro, cuando lo tuve en mis brazos, pasé de ser una chica más, a la mujer más afortunada de la tierra.
Aquí os he dejado el comienzo de mi vida, porque de este punto en adelante, poco hay que rascar durante tantos años. Al principio, trabajé en el colegio de mi marido, ...
... básicamente, era su secretaria, sabía escribir bien y redactaba mejor que nadie, el puesto era más que merecido. Aunque siempre me quedó esa espina por no trabajar para lo que me preparé, porque allí, estaba enchufada…
No digo que me hubiera gustado ser reportera de guerra, con Javier en la familia esa idea loca se había ido de mi mente, pero, al menos, redactar un artículo o algo que me llenase y no las notas de mi marido. El caso es que así pasaron los años, hasta que lo dejé y me dediqué en entero a mi hogar.
No es que fuera mi idea… mi marido, con palabras grandilocuentes y esa amabilidad que escondía muchas cosas, me dijo que lo mejor era que estuviera en casa para cuidar de nuestro hijo. No hubo opción a réplica, simplemente, acepté y después de unos años aburridísimos, llenos de rutina y hastío… Empieza… mi aventura.
EL ACCIDENTE
Los años que siguieron… ¡Buf! ¡Qué horror! No quiero que entendáis que lo pasaba mal o algo por el estilo, simplemente, ahora me doy cuenta de lo aburrido que era. Casa, compras, televisión…, un bucle infinito que, únicamente, amenizaba mi hijo. Nada, ni… nadie más.
Me volqué en cuerpo y alma al cuidado y enseñanza de mi pequeño. Tampoco me quedaba otra, eso era cierto, y lo que siempre me hizo gracia fue que, aunque Javier fuera al colegio de mi marido, la que iba a las reuniones con los profesores era yo. Fran, como gran padre que demostró ser desde el inicio…, por favor, notad el sarcasmo…, se desatendía completamente de esos ...