La Pasión de Esther
Fecha: 28/08/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: LilithDuran, Fuente: TodoRelatos
... “aburridos encuentros”, palabras suyas. Tiene tela que todo eso saliera de su boca…
Mi vida estaba en casa, viendo los cotilleos que daban en la televisión o sumergida en alguna telenovela con la cual evadirme, ¡ay…! ¡Qué recuerdos con pasión de gavilanes…! Suerte que mi constitución siempre fue tirando a delgada, si no con mi sedentarismo sería ahora mismo una foca.
Fran cada vez llegaba más tarde a casa, reuniones con obispos, con curas, profesores, inversores…, siempre tenía que reunirse con alguien, parecía el hombre más importante del planeta. Al final, me acostumbré y todos los días, casi al completo, los pasaba en soledad junto a mi hijo.
Con el tiempo, los ratos con Javier eran lo único que me llenaban de alegría, cada vez que estaba junto a él, mi rostro se iluminaba y era mucho más feliz. En cambio, con mi esposo, todo era más distante y frío. Apenas nos veíamos y con sus interminables tareas, los fines de semana tampoco eran días tranquilos.
Me acomodé y me hice a la vida que se me propuso, ama de casa, con un marido que cada año exigía más y más, y… daba menos. Ahora que lo puedo ver con claridad, era obvio que era alguien tóxico, una persona con la que jamás me tendría que haber casado, quizá lo que me seguía uniendo a él, fue tener a nuestro hijo. Pero todo esto es más sencillo viéndolo con el paso del tiempo.
Quería a mi marido, sin embargo, era un amor contaminado, más que amor era un sentimiento de necesidad, me había convertido en una ...
... persona totalmente dependiente de él. Yo, una mujer con carrera y que siempre había estado dispuesta a trabajar, a querer comerse el mundo, estaba a merced de un hombre que cada día estaba más gordo, más calvo y más irrespetuoso.
Pero habrá que dejar ya de hablar de esa parte de mi vida y nos meteremos en la que importa de verdad. Llegamos al gran punto de inflexión de mi existencia, el que lo cambiaría todo. Aquella época había pasado y Javier ya no era un niño, sino todo un chico que iba al instituto.
Durante una tarde en la que planchaba las camisas de mi marido, recibí una llamada del hospital que me heló la sangre y que, por poco, no me deja muerta de un infarto en medio de mi salón. Mi hijo… había tenido un accidente de moto.
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No recuerdo muy bien de qué manera llegué al hospital, tengo algún pequeño atisbo de que llamé a Fran para contárselo y luego, salí corriendo como alma que lleva el diablo para coger un taxi.
Gracias a Dios, respiré tranquila porque no era muy grave, aun así, lloré durante un buen rato delante de su camilla. Sinceramente, quería más a mi hijo que a nada en este mundo y su pérdida, sería irremplazable.
Cuando me serené, en parte, por ver a Javier sano y salvo, me explicaron lo ocurrido. El suelo estaba mojado y la moto patinó, piloto y copiloto, este último era Javier y acabaron heridos. Mi hijo se rompió la muñeca y el antebrazo derecho al caer sobre ese lado, y en el otro brazo, tuvo un esguince de muñeca. Para colmo, al derrapar ...