Mami Culona está en casa (2/2)
Fecha: 04/09/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: TuesdayScripter, Fuente: TodoRelatos
... abajo con una sonrisa que me estremece. Su boca me conmueve, su mirada,su deseo… Este momento es demasiado perfecto para mí.
Me pide que me dé la vuelta y le obedezco. Sus manos rozan mi piel mientras desata las tiras de la bata, que cae al suelo en un susurro de tela. Un gemido ardiente escapa de sus labios, y ahora se concentra en los broches de mi sostén.
—Tienes un cuerpo perfecto, Sofía… Eres la definición de una mujer perfecta… —murmura cerca de mi hombro, provocando un escalofrío en mi piel—. Me siento tan afortunado de tenerte, tan poca cosa comparado contigo…
Me quedo en silencio. Jonathan se encarga de dejar mis grandes tetas al descubierto y va dispuesto a retirarme el panty. Lo siento tenso, con movimientos torpes y las manos temblorosas. Giro cuando sus manos se posan en mi cintura y me encuentro con su mirada. Sin poder contenerme, me lanzo a besarlo. Sus labios exploran cada rincón de los míos. Una de sus manos se extiende por mi abdomen y poco a poco baja hacia mi monte de Venus. Gimo suavemente, mientras colaboro en levantar los pliegues de la prenda, alzando mi pie para quedar desnuda ante su mirada.
—Déjame hacer lo mismo contigo, ¿está bien? —le pregunto, cubriendo mis dedos con su cabello—. Me vas a enloquecer esta noche,sobrino.
Abre sus ojos ante mi comentario. Me regala una sonrisa ladeada y levanta sus manos para que pueda retirarle su camisa. Su pecho sube y baja como si acabara de correr kilómetros y su polla sobresale de sus ...
... pantalones. Me muerdo el labio al jalar su camisa e ir por su pantalón. Estoy a punto de continuar, pero al tenerlo con el pecho desnudo, siento la necesidad de abrazarlo y sentir su calor. Él suspira y me rodea con otro abrazo.
—¿E-estás bien? —me pregunta tímidamente, al notar mi respiración entrecortada—. ¿Quieres una pausa?
—N-no… —respondo, levantando mi cabeza para verlo mejor—. Quiero chupártela.
Jonathan se distancia ligeramente para darme espacio de moverme. Mis dedos rozan su tela mientras deslizo el elástico por sus piernas. Su pantalón cae, revelando su dura polla y su vello púbico húmedo por el calor. Me acerco despacio y le doy un beso a sus bolas, suaves y también llenas de sudor. Lo escucho gemir. Está completamente lleno de su guarro líquido y lo puedo sentir a la perfección cuando me entierro su glande en mi boca. Sus músculos se tensan y el fervor que emana de su cuerpo me envuelve como una espiral de pasión. Me acerco aún más, incapaz de resistir la atracción de su cuerpo desnudo y miembro duro.
Él intenta mover sus caderas hacia adelante para profundizar la mamada, pero lo detengo.
—Cuidado, cuidado… —le susurro, acariciando su pene con un movimiento de arriba abajo—. Qué delicia, por Dios…
Me lo entierro de nuevo en mi boca, sintiendo sus centímetros llenarme por completo. Ruedo los ojos y mientras mis labios cumplen su labor, dirijo una mano para sentir mi propia humedad. ¡Mi vagina es un río desbordado gracias a él! ¡Uf…!
—No puedo ...