Mami Culona está en casa (2/2)
Fecha: 04/09/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: TuesdayScripter, Fuente: TodoRelatos
... tienes. ¿Vas a negar todo lo que hemos vivido?
—Es más cómodo amarla a ella, Sofía. Eres la hermana de mi mamá, mi tía… —de un movimiento rápido, revuelve su cabello con las manos, despeinando los mechones que caen sobre su frente—. Cojones, esto es incesto, ¿no?
—Shh, shh, shh… —exclamo, moviendo mis caderas—. ¿Qué pasa si eso que sientes es mutuo? —planteo la pregunta, y antes de que pueda responder, me acerco lo bastante para poner un dedo sobre sus labios—. Ahora no somos Jonathan ni Sofía. No somos familia. Somos un hombre y una mujer.
Su nuez de Adán se eleva y desciende con cada respiración.
—Si ambos nos queremos… —susurra, aferrándose a mi muñeca. Su contacto hace que mi piel se erice violentamente—, no tendríamos más opción que aceptar este amor…
—¿Y si nos deseamos? —expreso la pregunta con cuidado—. Si quiero que me hagas el amor y reclamarte como mío, ¿qué sucedería?
—¿Q-quieres hacer el amor? —pregunta, visiblemente nervioso—. Uf, Sofía…
—Calla, calla. No soy Sofía. SoyMami Culona, la mujer que deseas.
Me mira con apetito, pero al mismo tiempo con confusión. No puedo resistir más la idea de estar encima de él, así que me levanto y me acomodo en sus piernas. Él inclina su cuerpo hacia atrás y coloca sus manos empuñadas a los lados de su cuerpo.
—Vaya… Si ya estás duro —mis manos se deslizan por sus mejillas, acariciando su suave piel con ternura—. Me halaga demasiado que te sientas así por mí,jovencito…
—¿Quién eres ahora? Me dices ...
... que eres Mami Culona, me pides que no piense en Sofía, que tú no eres mi tía, pero tu rostro… —me mira fijamente, arrugando la frente—. Es imposible olvidarme de ti, Sofía. E-es que eres tú, no lo sé… Esto me está enloqueciendo. ¿Qué debo hacer?
—Lo único que quiero es hacerte sentir cómodo, amor… —respondo, moviéndome encima de él. Su bulto caliente atornillando mis bragas me está enfermando—. Mírame de la forma que tú quieras. Soy todas esas mujeres que deseas.
—Mi tía, mi tía… —musita, cubriendo mi cuerpo con sus brazos. Un gemido involuntario escapa de mis labios mientras me aprieta contra su pecho, y puedo sentir su corazón latiendo con fuerza contra el mío—. Soy un enfermo, lo sé… Pero ahora quiero que seas mitía, porque me encantas, Sofía, me encantas…
Nos besamos. Nuestros labios se encuentran a modo de un pacto tácito entre nosotros. Su aliento... Oh, Dios. No puedo evitar repetirlo una y otra vez; me envuelve en una vorágine de pasión de la que no puedo escapar.
—Tócame las tetas —susurro entonces, encima de su boca—. Quiero que me las toques a tu antojo, porque a partir de ahora serán tuyas.
—S-sí…
Con un movimiento pausado, sus manos se acercan a mis pechos, explorándolos con delicadeza. Primero acaricia el izquierdo con un cuidado meticuloso, repasando con sus dedos mi singular lunar. Luego, con una suave solicitud, me invita a levantarme para desnudarme, y no puedo resistirme. Al erguirme, él se levanta también, su mirada recorriéndome de arriba ...