Las obsesiones inconfesables de mi hijo
Fecha: 05/09/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: fran, Fuente: TodoRelatos
... sentí extasiada con los ojos cerrados, los labios medio abiertos, gimiendo, convulsionada, una ola de excitación terminó invadiéndome quedando paralizada mientras chorros de jugos internos invadían mis dedos y mi respiración se aceleraba a ritmos nunca antes sufridos.
Me fui calmando pensando en lo que había hecho, miré mis dedos totalmente pringados de mi corrida, las sábanas mojadas, miré a la puerta pensando si alguien me podía ver, aunque sabía que en esos momentos no había nadie en casa.
Volví a meter la revista en el cajón de donde la había sacado, quité las sábanas para lavarlas y pasé el resto del día con un sentimiento de culpabilidad de lo hecho, aunque mezclado con la excitación del momento, a pesar de mi edad tengo que reconocer que nunca había tenido un orgasmo como el que sentí en la habitación de mi hijo viendo esas revistas.
Unos días después, llegó mi hijo al anochecer dando un portazo y metiéndose en su habitación, mi marido estaba de viaje por asuntos de trabajo, por lo que fui a ver que le pasaba, y al entrar en su cuarto me lo encontré casi llorando de rabia.
- ¿Qué te pasó, hijo? ¿Por qué estás así….?- le pregunté preocupada.
Como él no me contestaba nada, yo seguí preguntándole:
- ¿No salías hoy con Marta? ¿Te pasó algo con ella….?
Finalmente reaccionó:
- Sí, pero no creo que ella quiera salir más conmigo.
- Pero…. ¿por qué……, discutisteis?
- Porque no pude follarla, mamá……
Yo me quedé un poco sorprendida, porque no ...
... estaba acostumbrada a oírle decir esas palabras a mi hijo, pero tampoco era el momento de reprenderle nada. Además, sabía que ahora los chicos jóvenes enseguida empezaban a tener relaciones, pero el oír a mi hijo decir que ya estaba follando con su novia a las pocas semanas de empezar a salir con ella, me resultaba extraño, porque yo seguía viéndole como a mi niño, pero yo estaba dispuesta a saber lo que había pasado para intentar ayudarle.
- ¿Qué te pasó…., que no se te puso….ya sabes?- le pregunté un poco cohibida por la situación.
- Sí, eso sí, mamá, como no se me va a poner dura, con lo buena que está Marta. Lo que pasó es que me dolía mucho cuando se la metía y tenía que sacarla, así que ella se enfadó conmigo porque la dejaba con las ganas.
En todos estos años, yo nunca había tenido una conversación con mi hijo de temas sexuales, así de esa forma tan abierta y me sentía un poco incómoda, pero también, un poco excitada, no sabía por qué, se mezclaron en mi cabeza el recuerdo de unos días antes en su habitación y la conversación que estábamos manteniendo, aunque quizás ese fuera el problema, que nunca habíamos hablado de sexo, de su sexualidad, algo tan necesario a esas edades, pero yo era de otra generación y esas cosas no eran fáciles para mí y su padre tampoco tenía buena relación con él para hablar de eso con confianza.
Pero como las madres siempre tenemos que estar ahí, cuando nos necesitan nuestros hijos, costara lo que me costara, yo tenía que seguir ...