Paola (partes 1 y 2)
Fecha: 06/09/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: pinkdemon, Fuente: CuentoRelatos
Es un día como cualquier otro de verano, con una tormenta casi a punto de caer, salgo del gym con una de mis amigas, me llamo Paola y después de saber que mi marido es gay y que me perdió en una apuesta trato de rehacer mi vida de la mejor manera posible, es miércoles y para colmo de males el auto de mi amiga tiene una falla, como tengo un compromiso precisamente con mi marido mi amiga me aconseja que tome el metro o un taxi ya que el me va a esperar en una estación, pero como el tráfico esta espantoso decido tomar el metro, es la primera vez que subo a este transporte asi que desconozco que hacer, preguntando llego a la estación, bajo las escaleras, compro el boleto y por fin llego al andén y espero.
Mientras espero, veo como poco a poco va llegado más y más gente y al notarlo me pongo hasta el enfrente para entrar primero o al menos ganar un lugar, pero mi intento fue en vano ya que cuando llegó el tren y se detuvo fue solo cuestión de segundos para que se desatara el caos, personas entrando y saliendo por todas partes y como no sé que hacer la gente me empuja casi cargándome quedando de espadas en el cristal de la puerta, la gente sigue empujando tratando de entrar y un señor azota las palmas de sus manos en el cristal de la puerta haciendo muchos esfuerzos por no aplastar su cuerpo contra el mío quedando casi cara a cara con él.
Me encuentro completamente apanicada sin saber que hacer, no me puedo mover hacia ningún lado las manos del señor me lo impiden y aunque ...
... quisiera hacia donde me muevo?, al fin la gente se acomoda como puede y el metro empieza a avanzar lentamente, el tipo es un viejo, un poco mas bajito que yo, calvo, canoso y regordete su aroma a perfume barato me llena la nariz entonces es cuando noto que no quita la vista de mi escote y no es el único, varios machos miran de reojo de vez en vez hacia mi joven y firme busto, hasta este momento recuerdo que voy solo con mis leggins deportivos que marcan perfectamente cada curva de mi cuerpo por delante y por detrás, mis tenis y un top deportivo que hace conjunto con los leggins.
Mi cuerpo es menudito pero con medidas casi perfectas, además mis pezones son unos traidores, al primer contacto con algo se erectan por completo y hoy no seria la excepción, imposibilitada para ocultarlos decido intentar hacerme a un lado en la siguiente estación ya que bajó un poco de gente, sin embargo una nueva vorágine de personas entra y el señor ahora ya no resiste, sus manos se doblan y coloca sus codos para impedir aplastarme pero no impide que su cuerpo se embarre en el mío, su panza se restriega en mi estómago quiero aventarlo o reclamarle pero con el movimiento del vagón comienzo a sentirme estimulada.
Después de casi tres meses sin tener sexo mi cuerpo y mi lívido comienza a ceder ante lo inusual de la situación, no me muevo quiero saber hasta donde llega el anciano, me mira como disculpándose por lo que sucede y yo lo tranquilizo brindándole una sonrisita, pasa una estación mas y en ...