1. Cuando mi mujer se pone cachonda


    Fecha: 12/09/2024, Categorías: Incesto Autor: Inmacul, Fuente: TodoRelatos

    ... viciosas y los que le gustaban más las maduritas, de tal forma que de vez en cuando invita a jugar a la play y a merendar a cuatro chicos, todos mayores que él, de entre 20 y 25 años donde uno de ellos es un negro con un pollón impresionante. Pero a ella los que les gustan más son los más guapos, la jodía.
    
    Pues bien, como decía llego a casa y me encuentro a mi gorda en pelotas con los cinco chicos magreandole todos sus michelines y sus grandes tetas y culos.
    
    Pepi estaba chorreando por su chocho de caliente que estaba, tenía la polla de su hijo en su glotona boca chupándola como si fuera un caramelo.
    
    Estaba echada sobre el mas guapo, Juan, de 22 años acariciándole su pecho y su cara con su polla dentro de su vagina.
    
    Pero no era la única polla que tenía en el coño. Lorenzo, de 25 también le bombeaba la vagina grande de mi mujer. A Pepi le encanta tener dos nabos dentro de su chocho chorreante y los chicos ya están acostumbrados y no les da asco que sus pitos se froten juntos.
    
    El negro estaba comiéndole los pies gorditos de mi mujer. Se llama Joe.
    
    Joe: ostias Pepi, como te huelen los pies hoy.
    
    Pepi: chúpamelos guarro que me pongo más cachonda todavía, métetelos enteros en tu boca roja y gorda. Y tú Pepe, ya estás tardando en meterme tu cipote en el culo!
    
    Pepe es el chaval de 20 años, el que tiene el pito más largo.
    
    Pepe: es imposible Pepi, tienes el culo lleno de mierda.
    
    Pepi: si, es verdad, ...
    ... cariño, estoy muy estreñida y no me ha dado tiempo a ponerme una lavativa.
    
    En esos momentos mi mujer se da cuenta de mi presencia.
    
    Pepi: hombre Carlos, menos mal que has venido. Me faltaba una polla pa rellenarme.
    
    Pero tengo un problema cariño, que tengo el culo atascado. Anda, desatáscamelo como tú sabes.
    
    Carlos: pero que putón eres, espera que me quite la ropa, no me vaya a manchar.
    
    Desnudo me acerco a ella y con facilidad meto mi mano en su culo todo lo onda que puedo. Ya estoy acostumbrado y su recto también. Siento un enorme mojón gordo como un vaso taponándole las tripas, lo agarro y metiéndole la mano varias veces le vacío el culo de mierda, echándola en un cubo que trajo mi hijo.
    
    El acto obsceno de desatorar las tripas de mi mujer hizo que el chaval que tenía debajo le llenara el coño de semen y que el negro le regara los pies de una lefa muy espesa.
    
    Pepi se agarró uno de sus pies y se comió la pasta de esperma llevándoselo a su obscena boca.
    
    Pepi: venga, ahora quiero las seis pollas dentro de mí como ya sabéis.
    
    A mi gorda le gusta tener dos pollas en el coño, dos en el culo y dos en la boca.
    
    De esta manera se corre como una burra con los esfínteres abiertos al máximo y se mea como una cerda. Los seis machos la rellenamos de crema por dentro de su rechoncho cuerpo.
    
    Mi hijo y yo nos vaciamos en su glotona boca a la vez haciéndola toser, dar arcadas y hasta vomitar mientras sigue corriéndose. 
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