Esclavizados por una deuda (episodio II)
Fecha: 15/09/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: AFOXB, Fuente: CuentoRelatos
... explícitamente: “te suplico, ¡Oh grandiosa polla! Que folles el culo de mi mujer como yo nunca he podido”
Eso era demasiado, nunca me había imaginada aquel nivel de humillación, aquel nivel de degradación. Lo peor era que si no continuaba todo lo anterior no serviría de nada, y ademas mi mujer me odiara, seria el fin de nuestro matrimonio, sin mencionar que ella parecía disfrutar todo aquello.
—Te supli... Te suplico ¡Oh gran polla! Qué folles el culo de mi mujer como yo nunca he podido —dije finalmente mientras se me escapaban las lagrimas de pura impotencia.
La polla de David se introdujo en el culo de mi mujer, al principio solo la mitad. David controlaba totalmente la penetración subiendo y bajando el cuerpo de Carla, ella se intentaba mantener el equilibrio y se revolvía, emitiendo gritos ahogados por la mordaza. Poco a poco aquella polla empezó a meterse más y más en profundidad. Naomi estaba desatada, ella misma jadeaba, mientras me dirigía la cabeza, alternando entre el sexo de carla, llenándome la cara de su aroma y fluidos, para pasar luego a los huevos y la base de la polla de David. Me obligo a abrir la boca y succionarle los huevos mientras el coño húmedo de mi mujer golpeaba con fuerza en mi frente. Naomi se fue a buscar algún otro juguete, temblé al pensarlo, la imaginación y perversión de aquella mujer no dejaba de sorprenderme. Volvió con una mordaza, que me coloco con mucha habilidad, la mordaza proyectaba desde mi boca un dildo negro de un ...
... tamaño considerable. Guio nuevamente mi cabeza hasta que entendí lo que pretendía. Quería que follase el coño de mi mujer con esa cosa. Yo sabía que Carla nunca había probado una doble penetración y tampoco sabía su opinión al respecto, pero eso parecía que no importaba. Intente ser delicado, introduciendo poco a poco aquel dildo dentro de ella. Mi mujer emitió un sonoro grito, a pesar de la mordaza, y comenzó a moverse más rítmicamente, como si intentara sincronizar ambas penetraciones. Naomi se había colocado a mi espalda, y con una facilidad que me sorprendió sacó el plug de mi culo. Sentí que estaba completamente dilatado.
—Vaya, que vacío te ha quedado el culito —dijo Naomi—. Voy a tener que llenarlo con algo.
Senti como me comenzaba a penetrar, esta vez con un dildo que llevaba sujeto con un cinturón. Los siguientes minutos permanecimos los cuatro en esas posiciones, jadeando, sudando y hundiéndonos en aquel ritmo primario. Por un momento mi prejuicios e ideas desaparecieron, y solo quedo el deseo de ir más allá, de complacer a mis nuevos amos, de dar placer a cualquiera de los tres aunque fuese a costa de mi dolor y humillación. Mi polla estaba a punto de correrse, sin que nadie la estimulara, note como la temperatura de mi cuerpo aumentaba, como todo me empezaba a dar vueltas, era una sensación mucho más intensa que cualquier orgasmo que hubiese tenido.
Un par de sacudidas salvajes, sentí como Naomi también se corría, escuche como gemía de puro placer, mientras ...