1. Una carta a mis bullies


    Fecha: 17/09/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Fetichismo Gays Autor: Uranides, Fuente: SexoSinTabues30

    ... en el gimnasio. Todos me violan, me meten la verga en la boca y el culo de dos en dos o me golpean; a veces me asfixian. El profesor de la clase, por mucho el más atlético de todos participa y me la mete enseñándole a todos novedosas técnicas para coger a un putito sumiso, aunque él prefiere que le chupe las axilas, algo que me gusta. Su verga sin embargo palidece con la del chino a quien más deseo. Su cuerpo es atlético por naturaleza y tiene una verga grande y gruesa, carnosa y deliciosa coronada con dos huevos enormes y pesados llenos de la lechita de macho más rica. Me la mete como un toro bien rico y hace gemir como chica.
    
    Chino: ¡Toma verga putito! ¡Cómetela!
    
    Yo: ¡Ay sí! ¡Que rico, qué rico me la metes!
    
    Chino: ¡Ladra perra, ladra!
    
    Yo: ¡Woof! ¡Woof!
    
    Chino: ¡Pinche perra barata! ¡Te gusta mi verga pendeja ¿verdad?!
    
    Yo: ¡Ay me encanta! ¡Qué rica verga! ¡Métemela por favor, métemela toda!
    
    Chino: ¡Pinche puta no vales verga!
    
    Yo: ¡Ay sí! ¡Me gusta ser tu puta! ¡Hazme tuya por favor! ¡No me la saques! ¡Ay está enorme! ¡Qué ricoooooo! ¡Ay! ¡Au! ¡Aaaaaaay! ¡Qué rica vergaaaa! ¡Aayy! ¡Mmm!
    
    Por lo general le gusta darme cachetadas mientras me coge y escupirme en la boca y todos le aplauden porque ver cómo el chino se coge a otro chico es todo un espectáculo capaz de volver puto al débil. No importa qué te haga, los gemidos afeminados y las súplicas siempre salen de tu boca cuando el chino te coge. Es el toro más deseado entre los mariconcitos. Le gusta ...
    ... obligarte a ladrar solo por diversión. “Las perras no hablan”, dice, “solo ladran”. Y te aseguro que terminarás ladrando cuando sientas su verga deliciosa en tu rostro acariciándolo y golpeándote con ese hedor de macho delicioso que te vuelve loco.
    
    Uno de los placeres de Luis, Ademar y especialmente Héctor es la tortura de mis huevos. Me ponen en cuatro patas en el salón y me pateaban los huevos hasta que no me pueda poner de pie y llore. A veces me los apachurran con la tapa del pupitre o los ponen sobre este para pararse encima del pupitre sobre mis huevos y mi verga. Héctor a veces me ata a una columna y luego usa mi panza como saco para boxeo o me golpeaba en los huevos a rodillazos. No para hasta que me orine o defeque por la golpiza. Luego me bañan con orines en el urinal del baño para luego chuparles la verga y dejar que me la metan en el culo.
    
    Los profesores tienen sus privilegios y a veces me llevaban a la casa de la orden que administra la escuela, justo en el predio de al lado, y esos seminaristas me desnudaban y me hacían posar afeminadamente para tomarme fotografías y venderlas a los padres de familia y otros clientes. A veces me meten dildos en el culo, otras ponen a otro chico como yo, Álvaro, para que tener sexo entre ambos y filmar creativas y deliciosas películas pornográficas que también venden a los padres de familia y/o proyectarlas en los salones de clase para humillarnos. Todos los chicos “pecadores” solemos ir a esa casa y filmar películas porno ...
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