1. The boy next door 2


    Fecha: 22/09/2024, Categorías: Gays Autor: mzekzz, Fuente: TodoRelatos

    ... invitándome a entrar. No creo que le importe que entre a echar un vistazo, aunque tampoco tiene porque enterarse.
    
    Primero asomo un poco la cabeza. La cama está deshecha y tiene un montón de ropa tirada por el suelo. Es curioso, es muy responsable con el resto de la casa, nunca deja nada de por medio, pero supongo que en su espacio es otra historia. Me meto me pongo a cotillear los cajones de la cómoda, intentando no mover nada de sitio. Aparentemente solo hay ropa y trastos, así que me doy por vencido y me tiro en su cama para descansar un momento. Sus sabanas huelen a sexo y a tabaco, y por alguna razón esa combinación de olores se me hace agradable. De forma casi instintiva aplasto mi cara contra la almohada e inhalo profundamente ese olor, y no puedo evitar excitarme un poco. Estoy a punto de desabrocharme los pantalones y cometer otra estupidez cuando escucho unas llaves en la puerta y salgo corriendo de la habitación.
    
    —¿Hola? ¿Diego, estás ahí? —Pregunta. Yo me recoloco la polla un poco morcillona como puedo y salgo al salón a saludarlo.
    
    —Ey, tío, ¿qué tal?
    
    —Bien, bien, cansado, hoy ha habido mucho curro en el taller. —Lleva una camiseta sin mangas blanca muy ajustada y manchada de grasa y se le ve bastante sudado. Estoy tan distraído repasándolo que no me doy cuenta de que el también me está mirando a mí.— Ostia tío, no te habré cortado una paja, ¿no? Mírate como estas. —Y me señala mi paquete, que al parecer no he escondido tan bien como yo pensaba. Me ...
    ... cubro lo más rápido que puedo con las dos manos y desvío la mirada de él.
    
    —Que va, que va, ni me había dado cuenta, ya sabes que estas cosas van solas. Además, hace mucho que no... Ya sabes.
    
    Guille saca un par de cervezas de la nevera, me pasa una a mí y se sienta en el sofá con las piernas abiertas, como si marcara territorio. Supongo que así es como se mueven los heteros, como si fueran los dueños del lugar.
    
    —Siéntate aquí, Dieguito, cuéntame, ¿tienes problemas para mojar el churro? —Desde que vivimos juntos no hemos hecho mucha cosa juntos, pero Guille sí que se ha abierto bastante a mí, resulta que detrás de esa fachada de tío serio hay alguien muy majo y divertido.— Dime, ¿no encuentras a ninguna tía que te la coma un poco?
    
    Yo me siento en el reposabrazos del sillón que está en frente de él y le doy un trago a la cerveza.
    
    —No, bueno... De hecho, soy gay Guille, creía que lo sabías.
    
    —Ah, bueno, algo me olía, pero no estaba seguro, pero tranquilo que a mí me parece genial —Después de lo que escuche anoche seguro que sí.— Entonces... ¿No hay ningún tío que te la coma?
    
    —Que va, tampoco tengo mucho tiempo de salir por ahí con el trabajo y tal. Tú en cambio parece que tienes bastante éxito. —Comento entre risas.
    
    —Ostia, tío, no te molestaremos, ¿no? Sé que a veces llego muy tarde.
    
    No sé si por educación o por morbo decido mentir.
    
    —Para nada, algo he oído pero duermo planchado. —Entonces se me ocurre intentar jugar un poco.— Por lo que oigo parece que ...