Una relación perfecta
Fecha: 23/09/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Gargola, Fuente: TodoRelatos
... respiración fuerte de ella y el bochorno de la noche le impiden conciliar el sueño. La dolorosa erección tampoco facilita mucho las cosas. Una erección, producto de la prolongada abstinencia, pero también de la cercanía, junto a ese erotismo que ha revoloteado unos instantes en un pulular por la estancia, y por supuesto, la visión en paños menores de su cuñada.
Cierto es que hasta ahora tampoco él la había visto con lascivia, si no, más bien, como una hermana menor. Quizás hablar de intimidades que nunca han tocado ha dado un giro fortuito a deseos vedados. Tal vez también el hecho de contemplar sus largas piernas y sus turgentes pechos, adornados con sugerentes pezones que se esforzaban por perforar una camiseta excesivamente larga. Prenda que Carol usaba para dormir y para ir cómoda por casa. Su fina tela de algodón le ha permitido a Nacho adivinar el contorno de su figura y el color blanco de las diminutas braguitas que envolvían aquel culito terso, amanoso y tan apetecible en aquellos momentos de privación. Del mismo modo, unos pezones rosados que parecía estar pidiendo a gritos ser agasajados.
Las caricias se convierten en meneos suaves sobre una verga rígida, y éstos en sacudidas más agudas e intensas, seguro como está de que Adriana no se despertará ni aun viniéndose el edificio abajo.
Su mente vuela hasta la habitación contigua donde Carol se deleita en un plácido y placentero sueño erótico en el que sus labios deambulan por el tallo de la polla de su ...
... cuñado. Puede hasta olerla. Su lengua sale en busca de un glande que se frota contra su cara. Lo repasa con movimientos circulares hasta que su boca se abre anhelante acogiendo la barra de carne que se adentra en sus fauces. Un sonoro gemido rasga el silencio en la estancia. Carol se siente en la gloria con un dedo masajeando su raja encharcada en flujos. Su cuerpo se retuerce una y otra vez en busca del placer, al mismo tiempo que la polla de gran calibre abre su quijada y la invade sistemáticamente haciéndole babear. Las sensaciones son tan reales que no quiere despertar, y se resiste a abrir los ojos como si el hecho de hacerlo le arrancara de cuajo de aquel mágico momento, pero algo le obliga a abrirlos para comprobar que en algún momento el sueño dejó de serlo para pasar a un plano más real.
Carol toma conciencia de la situación y con la verga de su cuñado follándole la boca, intenta zafarse al mismo tiempo que Nacho se la hunde hasta el gaznate con sonoros gruñidos de placer. Un placer compartido por ella mediante el dedo que le trabaja el coño y le impide protestar con una determinación que desaparece cuando la extremidad incursiona en un punto sensible. La polla escapa de su boca y un gemido demasiado subido de decibelios vuelve a rasgar el silencio, de ahí que piense que puede haber despertado a Adriana. Por su parte, su cuñado no parece darle importancia y sustituye el dedo por una lengua serpenteante que investiga con afán cada pliegue y cada recoveco de la húmeda ...