1. La vida secreta de la chica buena de clase


    Fecha: 26/09/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: Alfasuperior, Fuente: CuentoRelatos

    ... atragantándose con los penes de los tres, y vomitando en consecuencia. Más adelante, otro vídeo en el que Javi penetraba con dureza a Leticia, la choni de la clase, que chillaba como una puerca y le pedía más. Después, una grabación en la que los chavales se turnaban para abusar de una prostituta de aspecto miserable. Luego, otro vídeo en el que una muchacha bajita de su mismo curso pero de otra aula brincaba en la polla de Max y dejaba que él le tirara de las coletas.
    
    -Mira, salta como una pulga...-se burló Jorge.
    
    -Sí, colega. Luego os la dejo catar, que a las putillas hay que quebrarlas pronto para que luego no te salgan tan mojigatas como esta.
    
    Pellizcó los pezones de Cristina, haciéndole saltar del dolor y provocando la risa de sus amigotes. Ella se sintió cada vez más cohibida, en parte por ese festival de los horrores que le acababan de enseñar.
    
    -Oye, ¿no... no le habréis enseñado el vídeo que me tomasteis a nadie? Es que tengo una reputación que proteger, ¿sabéis? Ya sé que os da igual, pero...
    
    Javi puso los ojos en blanco.
    
    -Joder, qué pesada. ¡Que no, hostia! Max, dale ya la coca, a ver si deja de joder y empieza a joder de otra forma.
    
    Su colega esbozó una sonrisa ladina e hizo caso a su sugerencia. Cuando movió la bolsita delante de ella, como la campanilla de un perro, consiguió que su actitud ligeramente rebelde se calmara. Un hilo de saliva cayó de la boca de la chica.
    
    Max le mostró su miembro, ya duro de nuevo, y dejó que ella lo ...
    ... acariciara. Se roció la polla con esos polvos y le indicó con la mano que la tomara.
    
    -Venga, que aquí he juntado tus dos cosas favoritas.
    
    Mientras sus colegas volvían a grabar, ella esnifó de su pene, convertida en esa chica que sus padres nunca habían pensado que sería. Esperó, paciente, a que surtiera efecto. Y, entonces, todas las humillaciones le parecieron pocas. Se habría humillado mil veces más, un millón de veces más, para sentir ese éxtasis inigualable. Se levantó, aún desnuda, bailando delante de esos cabestros con la certeza de que jamás podría volver a entusiasmarse con igual intensidad sin esos polvos blancos. Max se acercó a ella y la agarró de las nalgas. Su coño, especialmente receptivo en esas situaciones, le correspondió con una humedad que no le pasó desapercibida. Rezumaba alegría.
    
    -Eres la más puta de todas las que han pasado por aquí...-susurró, y la agarró de la vagina con fiereza. Masajeó su clítoris con los dedos, haciendo que ella gimiera. El ruido de su placer hizo que los otros dos orangutanes rieran.
    
    -Oye, dime la verdad-le dijo Javi, con la polla flácida todavía pero deseoso de humillar a alguien más patético que él-. Tu amiguito Pablo no podría tocarte así, ¿a que no? No podría hacerte gozar tanto como nosotros.
    
    Ella se mordió los labios, olvidándose de todo atisbo de decencia, de todo lo que le habían enseñado en misa y la escuela. En ese momento, solo existía el placer.
    
    -No, él... no creo que nunca llegue a estar con una mujer. No ...
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