1. La vida secreta de la chica buena de clase


    Fecha: 26/09/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: Alfasuperior, Fuente: CuentoRelatos

    ... creo que nunca llegue a ser tan bueno con los dedos ni con ninguna parte de...-gruñó como un animal en celo-... de su cuerpo.
    
    Max soltó una carcajada y la situó contra la pared, con el culo en pompa, lista para ser penetrada. Se fue poniendo el condón, que apenas le cabía en esa tranca. Ella movió las caderas, pidiendo que se la metieran.
    
    -Venga, por favor, fóllame.
    
    -¿Cómo? No te he oído bien.
    
    Cristina suspiró.
    
    -¡Que me folles, joder!
    
    -Bueno, bueno. Como desee usted.
    
    Sin más preámbulos, se la clavó. Al principio despacio, para que sus paredes vaginales se fueran acostumbrando de nuevo al tamaño de su miembro. Pero, enseguida, deprisa. Y luego llegaron los azotes, los esputos, las embestidas feroces. Max la golpeó con tanta saña que sus nalgas se tornaron rojas casi al instante, pero ella se limitó a gemir mientras él seguía follándosela de pie. Ojalá todo pudiera ser así, pensó. Ojalá no tener más preocupaciones que el placer sin límites, que mover las caderas mientras ese cabrón la taladraba desde detrás.
    
    La cópula continuó durante varios minutos durante los que ella gozó como nunca, durante los que se esforzó en parecer digna pero tuvo que rendirse ante el animal que llevaba dentro. Sus aullidos debieron de oírse en todo el edificio, pero le importaba tan poco como la dignidad de su amigo.
    
    -Va, contéstame a lo que te voy a preguntar-le ordenó Max en un susurro, mordiéndole la oreja-. ¿Vale, gatita?
    
    -Miau...
    
    -Contéstame. El Pablo este... en ...
    ... verdad es muy patético, ¿verdad?
    
    -Sí...
    
    La azotó con tanta fuerza que parecía que le hubieran dado un latigazo. Siguió follándosela, notando la humedad de su coñito prieto. Este derramaba gotas sobre el suelo, para el regocijo de sus dos colegas.
    
    -Dilo más fuerte...
    
    -¡Sí!-gritó, entre el dolor y el orgasmo, con la mirada perdida entre el universo que parecía expandirse en esa pared-. ¡Joder, Pablo es patético! ¡Tú eres mucho mejor, machote! ¡Fóllame, joder, soy tuya! ¡Soy tuya!
    
    Él continuó penetrándola con un salvajismo atroz, hasta que la agarró de las caderas con una fuerza sobrehumana. Aulló mientras el semen se le escapaba de nuevo, le dio dos azotes que sonaron como tambores. Ella gimió, sumisa, con un chillido que se fue apagando paulatinamente.
    
    Y, luego, Max se la sacó.
    
    -Zorra...-susurró, quitándose el condón. La agarró del cuello y le hizo darse la vuelta. Sostuvo el preservativo y le apuntó a la boca. Cristina sacó la lengua como una perrita buena mientras un hilo de semen iba cayendo. Glup, glup. Salado, denigrante. Delicioso.
    
    Con las piernas temblorosas, aguardó el turno de Jorge: Javi no podría correrse más de una vez, pero sí su colega. Empezaba a tambalearse, pero tenía que aguantar. Sobre todo, si quería que la volvieran a llamar la semana siguiente, si quería volver a sentir el universo eclosionado en su nariz.
    
    Mientras Jorge se la follaba y ella seguía gimiendo, Max revisó los vídeos con su colega. Le dedicó un guiño que la muchacha, ...