1. Mi primera experiencia como sumisa (F31)


    Fecha: 05/10/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... no podrás soltarte tú sola, pero yo sé que no quieres soltarte ¿verdad?, - No – le dije. – Muy bien, me respondió mientras apretaba más las esposas.
    
    ¿Alguna vez te castigaron con un látigo?
    
    Mi ruboricé al instante, como si alguien encendiera fuego en mis mejillas.
    
    Me dijo, No te pongas así, es algo normal... Ponte en 4 en el sofá y tranquila no va a pasar nada que no quieras, tampoco te voy a tocar con mis manos, - una vez más le hice caso y me puse en 4 sobre el sofá, mi vestido se pegaba muy bien a mis formas y era obvio que él no dejaba de verme.
    
    Cogió una varilla de cuero y sentí un suave latigazo en mis nalgas, ¡le dije Ay! ¿Qué es esto?, me respondió: ¡Cállate!, durante tu castigo no puedes hablar, te daré 10 y luego de eso veremos cómo estás. Tienes que contar los siguientes, agregó. Cuando llegué al 7 sentía las nalgas ardiendo y con un dolor que, aunque tolerable no lo había sentido nunca.
    
    Al llegar a 10 sentí como estaba completamente mojada, como mi cuerpo respondía a él, como quería dejarme llevar y que no terminara. ¡En ese momento reaccioné, NO! ¿Qué estoy haciendo? No puedo seguir aquí, debo irme. Me pare y le dije, me tengo que ir... Pero ni siquiera pude acabar la frase cuando él me giró y puso su mano en la boca, susurrándome en el oído, shhh sabes que no quieres irte, mientras metía una mano por delante y levantaba mi vestido tocando mi vagina por encima de la tanga. Yo me quedé inmóvil, disfrutando el movimiento de sus dedos.
    
    Me tiró en ...
    ... el mueble colocando nuevamente mis manos esposadas por encima de mi cabeza, me sacó la tanga y el vestido atándome también los tobillos, pero sin quitarme los tacones. Me sentía tan excitada que no quería que pare, entonces me dijo, ¿te gusta perrita? Me quedé impactada, eso siempre para mí fue un insulto, pero esta vez no me disgustó nada como me lo decía, le respondí que sí.
    
    En ese momento abrió su pantalón y sacó su pene, me lo metió en mi boca y empecé a jadear, quería más y más de él, lo metía muy hondo y sentía que me quedaba sin respiración, pero no podía parar. ÉL me dominada y yo lo único que deseaba es que hiciera conmigo lo que él quisiera.
    
    Aún amarrada me giró colocándome nuevamente en 4, me separo un poco las nalgas y sentí como su pene frotaba mi vagina. Me dijo: Estás demasiado mojada, ¿quieres que te lo meta perra? Le dije que sí que por favor lo hiciera. A lo que respondió, tienes que rogarme que te lo meta, hoy tu orgasmo será mío.
    
    Movía mis caderas buscando que por mis propios fluidos su pene resbalara hacia dentro mío, pero no lo lograba, por favor mételo, no aguanto más.
    
    Entonces sentí como algo tan duro y grueso iba ingresando dentro de mí. Yo gemía de placer, disfrutaba de sus movimientos, de su fuerza y de cómo estaba a su merced por las esposas.
    
    Me movía disfrutando cuando sentí un golpe en las nalgas, no sé cómo había agarrado un látigo y me empezaba a dar cada vez más duro, ese dolor sólo me invitaba a pedirle más y más, no quería que ...