Una Buena Ocasión 6 - Relatos Eróticos

Una Buena Ocasión 6

... que le sacara la mano de su coñito que le atrape desde atrás para pegarla más a mí, y le soltara el cinturón.

Miraba las escaleras vigilando que no bajaran las chicas, y hacia fuerza para liberarse, pero en cuanto noto mi boca chuparle el cuello y mis dedos apretar en su entrada, se quedó quieta jadeando de puntillas, y se dejó hacer vigilando las escaleras, diciéndome en voz baja:

-No hijo, no está bien ¡Mmmmh! suéltame por favor ¡Aaaaaah!. - pero movía sus caderas ayudándome a dar con el sitio exacto en su coñito, y se paraba dejándome mojarle las bragas y comerle el cuello entre lametones y mordiscos. Bajándole el cuello de la camiseta, sabiendo lo que quería. Mi otra mano le amasaba un pecho, y en cuanto note donde estaba el enorme pezón, baje a metérmelo entre los dientes, con ella jadeando débilmente de lo bien que lo pasaba la mami.

En cuanto oí la voz de Berta, le mordí el pezón con ternura, le empujé mis dos dedos con fuerza en su coñito, y la solté sonriéndole y diciéndole:

-Mira, otra vez a aguántame el dolor, que mala eres.- y le señale mi empalme, con ella soltando una risita de sorpresa y separándose de mi para coger su vaso, nerviosa, aturdida y cachonda como una adolescente.

-Pues si mama, no es un lunar normal, luego me lo miras.- le dije para que me oyera Berta, viendo el brillo en los ojos de su madre por la ocurrencia.

-¿Qué te pasa? ¡¿Un lunar?! ¡¿Dónde?!. - me pregunto Berta alarmada al oírme. Pero sin darse cuenta de la mancha en la ...

... camiseta de su madre, y del pezón que la empujaba erecto.

-No sé, no es redondo, ya me lo mira la mama, que esta…- y le señale la entrepierna.

La joven y cachonda Berta, casi se muerde el labio y me hace enseñárselo, pero pensó a tiempo, y paso del tema, siguiendo el papel de hermanita.

-Bueno, después de cenar te lo miro, que tengo trabajo.- me dijo girándose con el coño empapado, sabiendo que algo tramaba y no le parecía nada bien. Pero la necesitada mami, no sabía que le hacía, para que perdiera el control tan fácilmente. Y se dio cuenta de como llevaba su contento pezón, justo al llegar a la puerta del despacho. Se lo chafó, se topó con mis ojos en su culo, y suspiro entrando.

- ¡No porfi, no! Quiero que me aguante hasta mañana, para que me vean las amigas de la Uni. - me dijo Berta al notar mi mano subir por su espalda yendo a su pelo, bajándomela a su culo en cuanto cerró la puerta del despacho su madre.

-No has dejado mucho para cogerte, tendré que pensar algo para cogerte bien.- le dije sobándoselo con ganas y gozando de su dureza.

Se lo cogió ella con cuidado, y me coló la mano bajo la camiseta diciéndome:

-Mañana pruebas, pero creo que si queda para que me agarres fuerte.- y me pellizco un pezón con suavidad, gozando de mi mano en su culo.

Lucia bajaba las escaleras algo dormida aún, y sin sujetador bajo la camiseta, era una visión tremenda, que me hizo amasar más fuerte el culo de su hermana.

-¡Zorra!.- dijo en voz baja Berta al verla, y se ...