Una Buena Ocasión 6
Fecha: 08/10/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: Trastornado, Fuente: TodoRelatos
... coló las manos bajo su camiseta, quitándose el suyo en un momento.
-¡Oye! Esa boca, no seas celosa, creo que se le ha rozado un pezón. - le expliqué, intentando no bajar a su coñito, con ella empinando el culo para que lo hiciera.
-Mmm, no sé, esta rara desde que sabe lo nuestro, me parece que dice que no, pero también quiere. -me explicó muy acertada al oído, la no tan inocente Berta, dándome un beso en el cuello, y bajando mi mano para que la colara de una vez en su coñito.
Se la saque, la aparte y le dije:
-Contrólate anda, que no son horas. Mira cómo me tienes, cabrona.- le dije también en voz baja, haciéndole soltar una risa y yéndose al sofá como una gatita cachonda.
Mi polla no entendía nada, tanto subir y bajar en tan poco rato. Y me encendí un cigarro también resoplando, buscando otra cerveza.
-¡Tato! ¡¿Qué haces fumando?!. - me preguntó Berta al verme, intentando no levantar mucho la voz por sus padres.
-Déjalo, ya no es un crio, tía. -le dijo Lucia, que seguía con su portátil.
Y se encogió de hombros, cogiendo el mando de la tele y sentándose en el sofá.
Al rato, fue Lucia quien hizo la cena sin decir nada, y se sentó en el taburete a comer, viéndonos en el sofá, abrazados y a cada cual a lo suyo. Aún tenía sueño, y cuando acabo, nos dio las buenas noches y se fue a su cama, con sus pechos aún doloridos y su coñito irritado. Me sonrió al ver que le miraba el culo al subir las escaleras, y le guiñe un ojo. Que culo tiene la tía, ...
... pensé al recordarlo en el sofá mientras la bombeaba a placer. También tenía que fallármelo, se me acumulaban los culos, pensé tosiendo para disimular una risa.
- ¿Cenamos? Luego se nos hace muy tarde. - me preguntó Berta colando otra vez su mano bajo mi camiseta y acariciándome.
-Vale, luego me darás el postre, tengo ganas de almeja al natural.- le dije acariciándole el brazo y haciéndole reír.
Le recorrí el cuerpo mientras se levantaba, y le tiré de la goma del pantalón, haciéndole soltar un quejido, y otra risa. Miraba su culo, y otra preciosidad, que si había catado, pero quería comerle el coñito hasta que cayera KO, porque tenía que “enseñarle un lunar” a mami.
Llevo la cena a sus padres, y vino al sofá con la nuestra, sus pechos no se movían ni al sentarse de golpe en el sofá, y sonrió al ver como se los miraba.
-Come grandullón, que ya las comerás luego.- me dijo acercándose y pegándolos a mi brazo con un fuerte beso en el cuello y un lametón.
Se separó un poco, porque la pobre iba como una moto, y no paraba de darme besos mientras cenaba, y me sonrió al ver que la miraba alejarse y le decía:
-Si, mejor.- y asi pudimos cenar tranquilos.
La pobre Ana no había podido trabajar mucho, su coñito la despistaba, y cuando le llevo la cena Berta, su coñito volvió a recordarle mi artimaña, y su imaginación volaba mientras cenaba e intentaba trabajar.
-Vamos a ver eso cariño, que tengo sueño.- me dijo mami, empezando a subir las escaleras, con su coñito ...