Tiempos compartidos T04E03 “Mía” - Relatos Eróticos

Tiempos compartidos T04E03 “Mía”

... verga muy gruesa y algo corta. Ella se puso en cuclillas inmediatamente y comenzó a lamerla con vigor. La midió bien y le hizo lugar en su boca lentamente. Se la metió por completo y levantó la vista para encontrar los ojos de Pedro. Parecía que quería absorberlo por completo. Algunas luces de automóviles se acercaban hacia donde estaban. Pero ninguno de ellos se inmutó. La tomó por la parte de atrás de su cabello y la empujó hacia atrás un poco mientras ella sacaba la lengua de su boca completamente abierta. Le pegó en la lengua dos o tres veces con la pesada pija. La levantó e hizo que se girase. Ella se inclinó hacia delante con las piernas erguidas. Su vulva estaba lista para ser penetrada y Robles separó los hilos de la tenga aún más, apoyando su grueso miembro en el los labios externos. Lo refregó bien, subiendo y bajando por la raya; en un movimiento único y directo le entró con fuerza hasta el fondo. Ella gimió fuerte: Ahhh! Ahhhhh!! Le había ensanchado la vagina en un instante. Amó esa sensación. Quería tenerlo todo dentro. Pedro le tomó los muslos por la parte delantera mientras daba unos empujones fuertes y Lita comenzó a mojarse toda. Él se la quitó e hizo que se levantara. Lita estaba por acabar en ese instante. Pedro puso un dedo en ...

... el lazo que le había colocado y mirándola fijamente a los ojos, le dijo:Tú eres Mía. La tomó de la mano y se dirigió a un coche que estaba estacionado en esa esquina; se acercó y este se abrió. Robles tenía todo bajo control. Sabía dónde estaba y donde estaría. Sabía excitar a una mujer de sobremanera y sabía cuándo dejarla al borde del orgasmo. Pedro era demasiado bueno para ser real.

Regresaron al apartamento y Robles le indicó que ya se podía marchar. Lita se sorprendió bastante, pero intentó no demostrar nada en su gesto. Tomó sus pertenencias, le dió un beso en la mejilla, y se dirigió a la puerta de entrada. Pedro la acompañó y le dijo: Te espero la semana próxima. Ella sonrió mientras asentía. Al salir, se encontró con el chofer. –Buenas noches. –Buenas noches, le respondió ella algo ruborizada. –Se retira temprano la señorita, comentó Rómulo. –Así es. No hablaron nada más hasta que llegaron al domicilio de Lita. El chofer le abrió la puerta y la despidió: Supongo que no volveré a verla. Ninguna regresa. Ha sido un placer señorita. Dolores se quedó tiesa un momento. Luego se giró e hizo una mueca pícara. –Hasta pronto, Señor…. –Rómulo, respondió atentamente él.

Este relato CONTINUARÁ en la siguiente serie:

Tiempos compartidos T04E04