Las obsesiones inconfesables de mi hijo (2) - Relatos Eróticos

Las obsesiones inconfesables de mi hijo (2)

... fútbol.

Ni que decir tiene que me humedecí observando a mi hijo masturbarse y gemir mientras pronunciaba el nombre de la presentadora, cerré los ojos imaginando que eso mismo podía hacer en su habitación viendo las revistas pornográficas pensando en mí, mis dedos arremangaron la falda del vestido que llevaba y me noté encharcada incluso notando me resbalaban los flujos por el interior de mis muslos.

Volví a la entrada y abrí y cerré la puerta, dando a entender que acababa de llegar.

- ¡Hola!,¿ hay alguien en casa?- exclamé desde el recibidor.

- Hola mami estaba en el salón viendo la televisión- me dijo mi hijo que salió con una camiseta corta y un pantalón corto.

Como si no supiera nada entré en el salón, observé la pantalla de la televisión a la vez que buscaba las bragas que había utilizado para masturbarse comprobé que la pantalla la había intentado limpiar con un papel pero aún así se notaba la mancha, observé la mirada de mi hijo recorriendo el salón como buscando alguna prueba que pudiera dejarle en evidencia de lo realizado.

- Voy a ducharme cariño, tú vete preparando la mesa para que en cuanto llegue tu padre ponernos a comer – le dije con un rictus de preocupación en mi interior ante lo presenciado.

Me metí en la ducha, dejé caer el agua caliente sobre mi cuerpo intentando aplacar mi cuerpo convulso ante lo observado anteriormente, notaba mis pezones erectos los cuales rocé con mis dedos, provocando un temblor en mi cuerpo, la mezcla del calor ...

... del agua con el de mi cuerpo me producía una sensación intensa cogí la alcachofa de la ducha y abriendo mis piernas apunté el chorro de agua a mi coño, el impacto del agua caliente sobre mi vulva me provocó una excitación total, mientras con una mano sujetaba la alcachofa con la otra empecé a masajear mi clítoris con un ritmo que fue aumentando hasta provocar un temblor de mis piernas notando mis fluidos se mezclaban con el correr del agua, abrí los ojos y una sombra al otro lado de la mampara me observaba, asustada abrí la puerta de la misma y observé a mi hijo en la entrada del baño con la polla fuera.

- ¿Pero qué estás haciendo? ¿Te parece bien estar espiando a tu madre y masturbándote? – le grite, mientras cogiendo la toalla tapé mi cuerpo.

- Mamá perdona, lo siento, no volverá a pasar – la voz de Luís clamaba clemencia al ser pillado in fraganti.

Se fue a su habitación y se encerró en ella, al poco llamé a su puerta para intentar conversar sobre lo sucedido. Estaba tumbado en la cama y me senté a su lado.

- Luís ¿Qué te está pasando? ¿tienes algún problema que quieras contarme?- le dije con naturalidad intentando comprender su situación.

- No me pasa nada de verdad, déjame sólo por favor- me respondió dándose la vuelta en la cama y dándome la espalda.

- Cielo, desde que has tenido el problema de la fimosis y te ayudé has cambiado, rompiste con Marta pero lo peor es que he comprobado que te estás masturbando constantemente….no he querido decirte nada, sé ...